¿Qué es la felicidad? La gente ha debatido esta cuestión durante siglos. Pero aunque no sepa cómo definirla, definitivamente sabes lo que es la felicidad cuando la sientes.
Y aunque la felicidad no es igual para todos, no hay persona viva que no se esfuerce por alcanzarla.
Todos deseamos la felicidad, pero son raros los que saben cómo alcanzarla realmente.
La mayoría de nosotros nos pasamos la vida esperando a que la felicidad llame a nuestra puerta y nos suceda por arte de magia. Pero lo que no sabemos es que la felicidad nunca nos elegirá, hasta que nosotros la elijamos.
Si quieres ser feliz, eres tú quien tiene que elegir ser feliz. Tu felicidad está en tus manos.
La felicidad, aunque sea el objetivo final, no es un destino. No es un resultado, es un viaje y una forma de vida.
Vives una vida estresante, rodeado de diferentes tipos de negatividades y piensas que es imposible que seas feliz en estas circunstancias.
Tu familia siempre te critica, no estás satisfecho con la relación que tienes, tu trabajo no te llena, tienes problemas económicos y tus amigos tampoco son los mejores.
Y culpas al destino de todo. Piensas que, sencillamente, no has nacido para ser feliz y, aunque no te lo quieres reconocer, lo has asumido.
Has aceptado que tendrás momentos buenos y malos en tu vida, pero que probablemente nunca alcanzarás la felicidad definitiva. Así que te has rendido.
Has decidido llevar la vida de la mejor manera posible, sin esperar estar nunca verdadera y completamente satisfecho con ella. Y
En realidad, te dejas llevar por la corriente, pensando que no podrías cambiar nada, aunque lo intentaras.
Y estoy aquí para decirte que es la peor decisión que podrías tomar.
Quizá no lo sepas, pero eres tú quien ha renunciado a su propia felicidad. Eres tú quien se prohíbe ser feliz y eres tú quien ha elegido ser infeliz.
No es que no hayas nacido bajo una estrella de la suerte, no es que el universo te odie y no es que sufras de mala suerte.
Tú eres quien elige qué y a quién permites entrar en tu vida. Eres el único que tiene el poder de elegir cómo te afectan las cosas y las personas.
Y lo más importante, tú eres el único que tiene el poder de elegir cómo reaccionar ante todo lo que la vida te pone por delante.
Es hora de comprender que nunca serás feliz hasta que te des cuenta de que tu felicidad está en tus manos. Eres el creador de tu propio destino.
Tú eres el único que tiene el poder de influir y dirigir tu propia vida.
Sé que probablemente sea más fácil para ti culpar a alguna fuerza superior por la forma en que te sientes, pero es hora de que también cargues con algo de responsabilidad sobre tus hombros.
La vida siempre será estresante y siempre te hará pasar por situaciones difíciles, pero sólo depende de ti cómo dejes que te afecte. Tu actitud ante la vida determina tu felicidad.
Puedes elegir si vas a centrarte en las cosas malas que te están pasando y evitar ser feliz o las considerará lecciones valiosas.
En todo hay cosas buenas y malas, y eso es algo sobre lo que no puedes influir, pero depende de ti elegir ver lo bueno en todo o viceversa.
Depende de ti entrenar tu mente para tener pensamientos positivos y, cuando lo consigas, serás feliz, no porque todo sea bueno, sino porque has elegido ver lo bueno en todo.
A veces, las cosas no irán bien, pero eso forma parte de la vida y no hay que huir de ello.
A veces experimentarás emociones negativas, pero tú decides si dejas que esas emociones negativas tomen el control de ti y te consuman por completo, convirtiéndote en una persona amargada y pesimista, o si te enfrentas a esas cosas negativas que te están ocurriendo, aceptas esas emociones como parte de la vida y te centras en sacar lo mejor de las cosas.
Pero recuerda, la felicidad no es algo que puedas simplemente elegir sentir, sin trabajar en ello. No es un regalo del universo, requiere esfuerzo y tiempo.
Al final, cuando lo experimentes, verás que todo ha merecido la pena.