¿Ha estado deprimido últimamente? ¿Sientes que esa tristeza abrumadora de la que parece que no puedes deshacerte te ha consumido por completo?
¿Sientes como si tu alma sufriera y como si estás en tu punto de ruptura?
Si estas son algunas de las cosas que has estado experimentando, has venido al lugar correcto porque estás a punto de leer 10 sencillos pasos para repara tu alma rota y ahuyentar tu tristeza.
1. Afronta tus emociones
El primer paso para afrontar cualquier tipo de emoción es mirarla directamente a los ojos.
Hay cosas de las que preferirías huir, pero recuerda que reprimir tu dolor sólo hará que crezca.
En lugar de reprimir tu tristeza, acéptala como una parte de ti mismo, sin permitir que te defina.
Recuerda que este dolor no es el fin del mundo, y que todo forma parte de la vida.
Así que, en lugar de fingir que no existe, acéptalo como algo que superarás y ahuyentarás.
2. Averigua el motivo de tu tristeza
Después de reconocer que tu alma está triste, lo primero y más importante es identificar la raíz de esa tristeza.
Ten cuidado porque esa razón no tiene por qué ser muy obvia, ni siquiera para ti.
Puede ser algo que has mantenido oculto en tu interior durante años y que ahora ha salido a la superficie.
Puede ser un trauma infantil o algún carga emocional que arrastras de una de tus relaciones pasadas sin ni siquiera ser consciente de ello.
En cualquier caso, tiene que existir una razón para tu tristeza, y tú eres el único que puede llegar al fondo de la misma.
Si le cuesta identificarlo, piense en la última cosa que le rompió el corazón y le dolió hasta los huesos.
No tengas miedo de ser completamente honesto contigo mismo, y no te avergüences de ser claro sobre las cosas y las personas que te han hecho daño.
No eres débil por sentirte así por algo que a primera vista puede parecer irrelevante, y tienes todo el derecho a sentirte herido.
3. Permítete hacer el duelo
Una vez que comprendas cuál es la causa de tu tristeza, lo peor que puedes hacer es intentar ahuyentarla en el acto sin procesarla antes.
De este modo, sólo pensarás que has curado tu triste alma cuando en realidad no has hecho nada más que esconder tu dolor bajo la alfombra y darle la oportunidad de atormentarte más adelante.
Recuerde que la salud curación es un proceso que tiene que empezar por sacar todas tus emociones negativas de tu sistema.
Si esto es algo que quieres conseguir, tienes que permitirte hacer el duelo.
Lo mejor que puedes hacer es fijarte un plazo de tiempo en el que te permitas dedicarte por completo a esa tristeza que sientes.
Llora, grita o haz lo que te plazca.
Sin embargo, cuando pasa ese tiempo, este dolor ya no puede ser el centro de tu vida. Cuando termine ese plazo, dejarás atrás esta tristeza.
4. Aléjate físicamente de la fuente de tu dolor
No puedes esperar estar nunca mejor si estás constantemente rodeado de qué o quién te hace daño.
Puede que la causa de su dolor sea su familia, su pareja sentimental o tal vez su entorno laboral.
En cualquier caso, lo que tienes que hacer es alejarte del dolor y eso significa romper lazos con quienes lo representan.
Sé que hacer este recorte parece imposible, pero es hora de que empieces a ocuparte de tus propias necesidades y a ser un poco egoísta.
Recuerda que hiciste todo lo que estaba en tu mano para arreglar las cosas en relación con estas personas o esta situación y que ahora, no te queda más remedio que alejarte.
También existe la posibilidad de que el origen de tu dolor sea un acontecimiento o una persona de tu pasado con la que no tienes ningún contacto.
Si éste es tu caso, entonces tienes que deshacerte de todo lo que pueda recordarte el dolor que has experimentado, y ésa será tu eliminación simbólica de lo que esté hiriendo tu alma.
5. Rodéate de gente positiva
Apartar a las personas tóxicas de tu vida no significa quedarte solo o sola. En lugar de eso, sustituye a esas personas pesimistas que siguen drenando toda tu energía por otras que sean la luz de tu oscuridad.
Rodéate de personas optimistas y positivas, que te traten bien y que tengan un buen impacto en ti.
No digo que el cambio de tu entorno vaya a hacer que te sientas mejor por arte de magia, pero sin duda marcará la diferencia en tu visión del mundo.
Asegúrate de pasar la mayor parte del tiempo con las personas que te hacen sonreír y con las que te empujan hacia adelante, en lugar de permitir que los que te menosprecian sigan formando parte de tu vida.
Créeme: estas son las personas que te ayudarán a curar la tristeza de tu alma y a sustituirla por alegría y felicidad.
6. Sé amable contigo mismo
¿Sabes cómo tratas a todos los que te rodean con cariño y comprensión? Pues ya es hora de que empieces a comportarte así contigo mismo.
Este es el momento en el que no hay lugar en absoluto para el autojuicio o la autoculpabilidad.
No, no eres débil por sentirte como te sientes, y no estás loca por tener estas emociones.
Nunca debes considerarte una persona de bajo rendimiento, e intenta no desanimarte cada vez que no consigas todos tus objetivos de curación.
Recuerde que estas cosas llevan tiempo y no pueden suceder de la noche a la mañana.
Para empezar, ponte pequeñas tareas por delante. Da pasitos de bebé y te sentirás más que orgulloso cuando consigas cada uno de tus objetivos.
Además, te ayudará a ver que puedes hacer todo lo que te propongas y que podrás logran sanar por completo tu alma rota en poco tiempo.
7. Intenta no pensar demasiado
A veces, la razón principal de nuestra tristeza no son sólo las cosas malas que pasaron. Es el hecho de que nos obsesionamos constantemente con ellas.
Sé que estás convencido de que tu pensando demasiado está fuera de tu control, y estoy seguro de que a nadie le gustaría que se detuviera más que a ti.
Sin embargo, tengo un plan para ti. Dedícate un tiempo al día, por ejemplo media hora, para pensar en lo que te preocupa.
Pero cuando pase ese tiempo, oblígate a concentrar tu energía en otras cosas.
Al cabo de un tiempo, intenta reducir este plazo poco a poco.
Te prometo que un día, simplemente te despertarás y lo que sea que te esté haciendo daño ya ni siquiera estará en tu mente. Un día, así de simple, te olvidarás de pensar demasiado.
8. Haz lo que te haga feliz
A veces, lo más difícil en el proceso de sanar tu alma triste es conseguir redirigir tus pensamientos y tu energía hacia otra parte.
Obliga a tu mente a ocuparse de otras cosas que no sean la fuente de tu dolor.
La mejor forma de conseguirlo es empezar a atender tus necesidades y hacer las cosas que más te satisfacen.
Piense en ese libro que lleva tiempo queriendo leer o en ese lugar que siempre ha querido visitar.
No te mentiré: al principio, no podrás concentrarte ni nada más que tu tristeza.
Sin embargo, no deje que esto le desanime.
En lugar de rendirte, sigue adelante y, antes de que te des cuenta, te verás completamente centrado en tu nueva fuente de alegría.
9. Cambia lo que puedas
Seamos realistas: ninguno de nosotros considera que su vida sea perfecta, pero hay circunstancias que no podemos controlar, por mucho que nos gustaría.
Y estas son las cosas que simplemente tienes que aceptar tal y como son.
Por otro lado, hay cosas en las que puedes marcar la diferencia, y es ahí donde debes poner tu energía.
Empieza con pequeños cambios, como cambiar tu peinado o tu rutina diaria, lo que te haga sentir mejor contigo misma.
10. Mirar las cosas desde otra perspectiva
Por último, lo que tienes que recordar es que la tristeza no suele venir de los acontecimientos que nos rodean. Proviene de nuestro interior y de la forma en que percibimos las cosas.
Por eso es necesario que cambies tu visión de la vida.
Recuerda que todo ocurre por una causa mayor y que hay algo bueno en cada mala situación, aunque ahora no lo veas.
Ten fe en que te esperan cosas mayores y más grandes, y empieza a observar todas estas luchas como bendiciones.