Sabes muy bien que siempre he sido alguien que se ocupó de los demás y que se ponía a sí misma en último lugar. Siempre quise asegurarme de que todos los que me rodeaban se sintieran bien y de que sus necesidades estuvieran cubiertas antes de pensar siquiera en cuidar de mí misma.
Siempre fui una chica que se entregaba por completo a la gente y alguien que pensaba que podía salvar el mundo.
Y éste fue especialmente tu caso. Cuando te conocí, vi que estabas emocionalmente dañada y herida.
Vi que tu corazón y tu alma estaban marcados. Vi que te enfrentabas a cuestiones y problemas más profundos.
Pero en vez de alejarme de ti y en vez de entender que necesitabas ayuda profesional, me lo tomé como un reto.
Pensé que podía ser yo quien te ayudara y estaba seguro de que podría salvarte. Pensaba solo necesitabas a alguien para curar tus heridas ¿y quién mejor para el trabajo que yo?
Al principio, todo iba muy bien. Actuabas como si me quisieras y sigo pensando que era verdad, a pesar de todas las cosas que pasaron entre nosotros después.
Eras un tipo cariñoso y atento que haría cualquier cosa por el bien de nuestra relación. Y yo, tonta de mí, creía que te había enseñado lo que era el amor de verdad y pensaba que había despertado al hombre bueno que hay en ti.
Pero después de un tiempo, cambiaste. No sé si simplemente mostraste tus verdaderos colores y si te cansaste de fingir que eras alguien que no eras o simplemente se cansó de mí.
De cualquier manera, después de algunos meses, empezaste a tratarme como una mierda. Nada de lo que hacía era lo suficientemente bueno. Buscabas constantemente mis imperfecciones y defectos y me culpabas de todo lo malo que había entre nosotros y de todo lo malo de tu vida.
De repente, no te esforzabas en nuestra relación y empezaste a darme por sentada. Siempre fuiste tan negativo y pesimista y no estabas dispuesto a hacer nada para cambiar eso.
En consecuencia, me volví igual que tú, pero no quise aceptarlo. En vez de salvarte yo, me cambiaste tú a mí.
Me convertiste en esta mujer amargada y negativa sin que me diera cuenta. Me arrastraste a tu mundo y en vez de ayudarte yo a luchar con tus demonios, ellos nos conquistaron a los dos.
Me tomó mucho tiempo darme cuenta de esto, pero de alguna manera lo hice. Y por eso necesito alejarme de ti, antes de que yo también me dañe por completo.
Probablemente pienses que soy egoísta por hacer esto pero realmente necesito alejarme de ti. Es obvio que no quieres ser salvado, pero necesito al menos tratar de salvarme a mí mismo.
No puedo seguir con alguien que me hace sentir insegura y que siempre me hace cuestionar mi valía. No puedo seguir con alguien que no cree que soy lo suficientemente buena y que no valora todos los sacrificios que he hecho por él.
No puedo estar con alguien que no me aprecia y nunca lo hará. No puedo estar con alguien que no me trata como merezco ser tratada.
Sabes que nunca pedí mucho, sólo quería tu amor y respeto. Pero ni siquiera pudiste darme eso.
Sabes que te acepté por lo que eras, sólo quería que te convirtieras en la mejor versión posible de ti mismo por tu propio bien. Y sabes que todo lo que hice, lo hice por tu propio bien.
Pero por fin estoy haciendo algo por mi propio bien. Esta soy yo eligiéndome a mí misma por encima de ti por primera vez y esta soy yo queriéndome a mí misma más de lo que te quiero a ti.
Esta soy yo salvándome y curándome. Este soy yo apreciando y amando a mí mismo, la forma en que nunca lo hizo.
Me rompe el corazón cortar contigo pero es algo que hay que hacer. Y no sé si alguna vez me perdonarás por hacerlo, pero espero que llegue un día en que lo entiendas.
Y para ser honesta, no sé si alguna vez podré perdonarme por haberte dejado.