Seamos sinceros. Cuando miras tu historial de citas, no puedes evitar darte cuenta de que has tenido algunas parejas de mierda, por no decir otra cosa. ¿Pero quién de nosotros no?
No importa si estabas involucrada con un tramposo en serie, un narcisista manipulador, un emocionalmente inmaduro niño de mamáYa sea un jugador que te engañó, un celoso posesivo o cualquier otro tipo de hombre tóxico que hizo de tu existencia un infierno y acabó rompiéndote el corazón en mil pedazos, la conclusión es la misma: elegir a esos hombres no fue la mejor decisión de tu vida.
Después de todo lo que has pasado, es perfectamente natural que te gustaría tener la capacidad de volver atrás en el tiempo y hacerlo todo diferente.
Desearías no haber conocido nunca a ese tipo que te destrozó y cambió tu vida para siempre, o al menos poder conseguirte una varita mágica que borrara por arte de magia a ese hombre de tu pasado.
Sin embargo, por desgracia, eso no es posible. E incluso si lo fuera, no debería ser algo que desees, a pesar de todo el dolor que experimentaste.
¿Y sabes por qué? Porque cada uno de estos hombres -estos rompecorazones- te convirtieron en la mujer que eres hoy.
Te sirvieron de valiosa lección, te ayudaron a crecer y te hicieron descubrir algunas cosas sobre ti mismo que ni siquiera sabías que existían.
Lo más importante es que te mostraron tu fuerza, te hicieron darte cuenta de todo lo que eres capaz de hacer y te hicieron comprender lo que no quieres de las relaciones y de la vida en general.
Así que.., ¿por qué sigues culpándote por tomar todas esas decisiones equivocadas? Al fin y al cabo, fueron decisiones que consideraste acertadas en un momento dado y deberías respaldarlas.
¿Por qué te consideras culpable por la forma en que te trataron? ¿Por qué te consideras responsable de sus fechorías?
No me malinterpretes. No es que te juzgue por sentirte así. De hecho, sé exactamente qué tipo de pensamientos pasan por tu mente.
Sé que aún no puedes creer que fueras tan tonto y no lo supieras.
Te culpas por no hacer caso a tu instinto y seguir tu intuición, cuando estaban intentando decirte que corre por tu vida.
No puedes superar el hecho de que no viste las señales que tenías delante todo el tiempo.
Que te negaste a quitarte las gafas de sol de color de rosa y afrontar la verdad, por muy dolorosa que fuera.
No puedes evitar culparte por todas las interminables segundas oportunidades que regalaste, aunque sabías que ninguno de esos hombres las merecía en primer lugar.
Por creer que cambiarían, a pesar de saber muy bien que eso era totalmente imposible.
Te arrepientes de todo el esfuerzo que pusiste en relaciones que no tenían futuro, de todos los sacrificios que hiciste y de todas las veces que intentaste evitar que las cosas fueran cuesta abajo, a pesar de que estaba clarísimo que no se podían salvar.
Sigues machacándote por haberte engañado y creído sus mentiras de mierda, sus excusas vacías y sus falsas promesas. Por conformarte con menos de lo que mereces.
Por malgastar años de tu vida con alguien a quien nunca debiste dejar entrar. Por quererlos más de lo que te querías a ti mismo. Por ser un tonto al permitir que te trataran como lo hicieron.
Sin embargo, Estoy aquí para decirte que realmente no eres culpable de nada.
Al fin y al cabo, nunca tuviste malas intenciones y todo lo que hiciste fue guiado por tu corazón. Eso es algo de lo que deberías estar orgulloso.
Al final del día, sabes que has dado lo mejor de ti a todos los que han formado parte de tu vida.
Sabes que pones todo tu empeño en que las cosas funcionen y que los fracasos en las relaciones no son culpa tuya.
Así que, por favor, ten la fuerza de perdonarte por tus decisiones equivocadas y deja de permitir que tu pasado te siga afectando.
No pienses que estás predestinado a una vida de miseria en lo que se refiere al romance sólo porque hayas cometido algunos errores antes.
No te consideres indigno del amor de otro hombre sólo porque el imbécil de tu ex no te prestaba suficiente atención.
Si fuiste el hombre más grande y lograste dejar atrás el resentimiento contra los que te han hecho daño, ¿por qué eres tan duro contigo mismo?
Si reuniste la fuerza necesaria para olvidarte de vengarte de quienes te rompieron el corazón, ¿por qué no puedes darte un respiro tú también?
Después de todo, no podías saber lo que iba a pasar.
No eres mago y no tienes la capacidad de predecir el futuro, así que lo cierto es que no podrías haber sabido lo que iba a pasar y protegerte a tiempo.
Además, fuiste tú quien engañadocontrolados, manipulados, engañados y maltratados de diversas maneras.
Recuerda que tú eras la víctima aquí. Y pase lo que pase, ¡nunca es culpa de la víctima!