Nunca nos enamoramos de alguien esperando que termine. Cuando decidimos dejar entrar a alguien, esperamos que dure toda la vida, pero no todas las relaciones funcionan. No todas las parejas están destinadas a existir.
Pero si crees que estáis destinados a estar juntos y te encuentras perdiendo su amor, reconocer los signos de un relación que se escapa podría ayudarte a reaccionar a tiempo y salvarlo o simplemente marcharte antes de que se ponga feo.
Tus conversaciones están en piloto automático
Ya no hablas de lo que es importante para ti, de lo que te molesta o de cómo te sientes.
Sus conversaciones no son personales, son igual de incómodas que las que mantiene con sus compañeros de trabajo: simples intercambios de información sin sentido para llenar el silencio.
No hay más confianza entre ustedes dos
Ya no te sientes cómodo cuando hablas con tu pareja de tus problemas o miedos.
Compartir como antes es ahora inimaginable, y confiar en tu pareja es algo que hacía tiempo que no sentías.
Te abstienes de discutir porque simplemente ya no te importa lo suficiente como para hacerlo
Primero vienen las discusiones por cualquier tontería, que antes pasabas por alto, pero con el tiempo incluso eso desaparece. Ya no te importa lo que pase entre vosotros, porque te sientes vacío y agotado.
Realmente has terminado con esta relaciónpero aún así tienes que admitirlo ante ti mismo.
Tu vida sexual está prácticamente muerta
Y no te molesta. Hubo días en los que no podíais quitaros las manos de encima, y ahora lo único que intentáis es manteneros alejados el uno del otro.
E incluso si decides tener relaciones sexuales, ya no es hacer el amor como antes. Es sólo otra tarea que hacer.
Tu principal fuente de estrés es tu pareja
Estar con su pareja debería quitarte el estrés, no ser la fuente del estrés. Cuando te des cuenta de que esto ocurre, quizá sea mejor que te vayas antes de que tu salud mental se ponga en entredicho.
Constantemente te preguntas si es el "elegido".
Estás obsesionado con los "y si...", preguntándote si tomaste la decisión correcta al elegirlos. Te preguntas qué habría pasado si no os hubierais conocido y cómo sería tu vida sin ellos.
Todos nos preguntamos a veces cómo sería nuestra vida sin nuestro S.O., pero si ese pensamiento te viene constantemente a la cabeza, quizá ha llegado el momento de hacerlo realidad.
Disfrutas más del tiempo lejos de tu pareja que del tiempo que pasas con ella
Aún puedes recordar lo felices que erais juntos, todas las risas que compartíais y los buenos momentos que pasabais. Pero eso es todo lo que son ahora, recuerdos lejanos de la pareja que solíais ser.
¿Cuándo fue la última vez que hicieron algo juntos para divertirse? ¿Cuándo fue la última vez que os sorprendisteis mutuamente con algo que no fuera un feo silencio y un frío abrazo? ¿Cuándo fue la última vez que os sentisteis como una pareja?
La idea de estar sin ellos no te molesta
Mientras te sigues preguntando si es el "elegido", te das cuenta de que no estaría tan mal estar solo después de todo este tiempo.
Ya no te enfadas cuando piensas en su marcha; el final de vuestra relación no parece tan malo después de todo.
Sabes, en el fondo, que tu futuro no está con ellos.
Cuando pase el tiempo y tus sentimientos empiecen a desvanecerse, cuando todas las cosas que os hacían ser pareja hayan desaparecido, por fin podrás admitirte a ti mismo que tu futuro no está con él.
Ya no es un pensamiento que asuste, no es algo que te rompa el corazón; es como oír una previsión meteorológica y no sentir nada.
No muchas relaciones funcionan, pero lo importante es no aferrarse demasiado a las que están condenadas al fracaso. Puede que la tuya esté a una ruptura de distancia.