Cuando tus verdaderos amigos te dicen que seas la persona más grande, te están diciendo que siempre debes encontrar el fuerza en tu corazón para perdonar a los que te han hecho daño, y elévate por encima de todas tus experiencias negativas.
Ser el persona mayor significa que, por mucho que alguien te haga daño, no guardas rencor hacia él.
Encontrarás algún tipo de justificación para aquellos que te han roto el corazón, te han hecho la vida imposible o incluso han abusado de ti de alguna manera.
No importa si estamos hablando de tu ex, de un amigo del instituto, de un compañero de trabajo o de un familiar, la conclusión es prácticamente la misma: debes tomar la iniciativa moral y dejar que la positividad se apodere de ti.
Eres más que alguien que quiere vengarse por todo el dolor que has sufrido. Estás por encima de guardar rencor o de dar a alguien a probar de su propia medicina.
En cambio, siempre que otra persona te haga daño, debes comprenderla en cierto modo, seguir adelante y superar lo que sea que te haya hecho.
Un siendo el persona mayor cita dice: "No trates a las personas como malas que son. Trátalas como bueno que eres".
Suena casi perfecto, ¿verdad? Sin embargo, ¿qué ocurre cuando la persona que te ha hecho daño no se merece que la trates así?
¿Qué ocurre cuando tu agresor ve en tu perdón una luz verde para seguir quebrantándote? Cuando ven que aceptas el buen camino como una aprobación de su comportamiento tóxico?
Desde un punto de vista, que te comportes así debería tener un efecto terapéutico también en la otra parte. Se espera que admiren tu reacción, lo que hará que se avergüencen de sus propios actos.
En este caso, el sentimiento de culpa se comerá vivo a quien te ha destrozado la vida. Acabará pidiendo perdón por sus fechorías o, como mínimo, se apartará de tu vida.
Sin embargo, por desgracia, las cosas pueden tomar un cariz completamente distinto.
En lugar de tener un enorme respeto por tu capacidad de perdonar, en la mayoría de los casos, la persona tóxica empieza a considerarte un tonto al que puede seguir haciéndole cosas malas.
En darte por sentado y esperan que les perdones, te hagan lo que te hagan. Al fin y al cabo, tu amor incondicional por ellos es evidente.
Una vez que experimentas algo así, también empiezas a verte a ti mismo como un estúpido.
Durante todo este tiempo, siempre has sido el que perdona, el que se aleja de las discusiones y trata de comprender a quien te ha hecho daño, sin buscar la forma de devolvérselo.
Sin embargo, rara vez alguien lo ha apreciado. En cambio, han seguido jugando y utilizándote. Así que, naturalmente, te has rendido.
Has decidido que la única forma de sobrevivir en este duro mundo es mezclarte con las masas. No tienes otra opción que convertirte en alguien como los demás de tu entorno.
Simplemente ya no tienes fuerzas para regalar tu perdón ilimitado a quienes nunca lo han merecido. Has dejado de aceptar las no disculpas y de rezar para que tu corazón se ablande.
Bueno, estoy aquí para decirte que estás cometiendo el error de tu vida si no cambias tu forma de actuar. De hecho Te lo ruego: Sé el persona mayorno importa con quién o con qué estés tratando.
Al principio, puedes pensar que estás haciendo todo esto por el bien de la otra parte con un ambiente tóxico.
Quieres demostrarles que estás por encima de ellos y que nunca te rebajarías a su nivel, a pesar de ser tú el perjudicado.
Naturalmente, piensas que tu positividad y tu perdón son lo último que se merece. Después de todo lo que esta persona te ha hecho pasar, nadie espera que hagas borrón y cuenta nueva.
Excepto que esto es exactamente lo que deberías estar haciendo. Por supuesto, perdonar es una cosa y olvidar es otra.
Nadie te está diciendo que tengas que acogerles de nuevo en tu vida y fingir que todo está en perfecto orden. En lugar de eso, sé mejor persona y no entres en su juego.
No me malinterpretes. No te doy este consejo porque el personas tóxicas en tu vida se lo merecen. No te hagas el importante para facilitarles las cosas.
Tampoco te comportes así porque sea lo correcto. No lo hagas porque es lo que se espera de ti o simplemente porque quieres demostrarle algo a otra persona, incluida la que te hizo daño.
En cambio, hazlo por ti, ya que es una de las pocas cosas que diferencian a las malas personas de las buenas.
Hazlo porque te servirá como prueba de que nunca tuviste la misma onda que ellos y que no lograron contaminarte con su maldad.
Como prueba de que nunca podrán alcanzar su altura moral.
Y lo que es más importante, sé la mejor persona porque, al fin y al cabo, es la única manera de liberarte de sus cadenas, la única manera de que empieces por fin tu proceso de dejarse llevar y seguir adelante sin ningún equipaje que te lastre.
Es lo mejor que puedes hacer por tu autoestima.
Hazlo porque te liberará de su toxicidad. Porque te purificará y te traerá paz.
Verás, siendo el persona mayor no significa convertirse en felpudo. Por el contrario, se trata de no permitir que la ira, el resentimiento y otras emociones negativas saquen lo mejor de ti.
No significa ser ciego o estúpido. De hecho, significa ser lo suficientemente inteligente como para elegir sabiamente tus batallas y saber cómo deshacerte de las mezquindades.
No te convierte en un cobarde quien se echa atrás. Al contrario, te convierte en un héroe. Te hace emocionalmente inteligente hasta el punto de que puedes redirigir tu energía en la dirección correcta.
Se trata de no permitir que la amargura te convierta en alguien que esencialmente no eres. Se trata de no darle a esa persona aún más importancia permitiendo que cambie el núcleo de tu personalidad.
Confía en mí. Este es el camino a seguir. En el fin de la jornada, tomando el buen camino es la única manera en que tu conciencia será cristalina.
Es la única manera de que salgas de esta dolorosa situación estando orgulloso de ti mismo y de los frutos de tu trabajo propio. La única forma de sentirte mejor y de reforzar tu autoestima.
Dicho esto, tus verdaderos amigos nunca te culparán si aún no tienes fuerzas para ser la persona más grande. Al fin y al cabo, no eres más que un ser humano y es perfectamente normal que haya una parte vengativa en ti.
Nadie te juzgará por no ser capaz de controlar tus impulsos y emociones en todo momento. Sin embargo, ser el mejor hombre es algo por lo que debes esforzarte.