Empezaré con la gran revelación: ¿Sabías que el estrés, la ansiedad y la preocupación tienen el mismo origen? Todos tienen su origen en el miedo al futuro.
El miedo al futuro es comprensible, pero también inútil. El miedo al futuro es simplemente un proceso de imaginar resultados potenciales sin saber nunca cuáles van a ser.
Eso es. Estamos tratando de protegernos de una amenaza misteriosa que tal vez ni siquiera es una amenaza.
¿Cuántas veces has anticipado un desastre para descubrir que no se parecía en nada a lo que habías imaginado? El miedo al futuro es la versión adulta de un monstruo debajo de la cama.
Preocuparnos por lo que podría ser nos hace olvidar lo que tenemos ahora. Aunque es bueno planificar el futuro, debemos ser conscientes de que un plan solo puede crearse dando pasos en el momento actual.
Actuar en el momento presente es nuestra mejor oportunidad para alcanzar el objetivo que queremos. Y actuar con constancia es aún mejor. En otras palabras, la acción y la disciplina son los puentes hacia tus objetivos.
Mediante la acción y la disciplina, puedes combatir muchas cosas, como los sentimientos recurrentes de incertidumbre y falta de sentido, así como reforzar la autoestima y la determinación.
Aunque no consigas el objetivo deseado, te sentirás satisfecho sabiendo que has hecho todo lo que estaba en tu mano para lograrlo.
Otra cosa importante es hacer las cosas auténticamente. Ser auténtico significa sentir paz en tu interior después de tomar una decisión.
La autenticidad es elegir la felicidad y el crecimiento en lugar del miedo enmascarado por la siempre presente necesidad de seguridad.
Cuando estés en paz contigo mismo, te sentirás seguro vayas donde vayas. No tendrás miedo del futuro porque estarás presente en el ahora.
Cuando te sientas muy preocupado por la vida, tómate un momento para recordar que somos diminutas criaturas que habitamos una esfera relativamente pequeña colgada en un espacio enorme al que llamamos universo.
A pesar de todo, la ciencia ha demostrado que seguimos sin saber casi nada. Lo que quiero decir es que nadie sabe realmente mucho sobre la vida; cada persona se siente a veces insegura sobre sus decisiones y su vida.
No hay instrucciones de vida que se den al nacer. No te dejes engañar por entrenadores y sabelotodos.
Por trivial que parezca a veces, la vida siempre seguirá siendo un misterio para el ser humano. No tiene sentido intentar revelar o controlar algo que no está en tus manos.
Hacer las paces con la vida y permitirse tener fe es la forma más eficaz de llevar una vida más feliz.
En lugar de intentar encontrar consuelo en el control, haz lo contrario: encuentra consuelo en saber que no tienes el control. Es entonces cuando tu única responsabilidad empieza a ser aprovechar el momento en el que te encuentras.
La forma en que reaccionas a las cosas en un momento dado es lo único real que existe.
El pasado es sólo un recuerdo y el futuro sólo una fantasía. Sé valiente y elige la realidad de ahora.