Te vi la otra noche. Apoyado en la barra, con ese traje azul oscuro que tanto me gustaba y esa camisa blanca que dejaba ver tu piel bronceada.
Tu pelo peinado hacia atrás, el pelo con el que me encantaba jugar.
El pelo por el que pasaba mis dedos cuando hacíamos el amor. Tus labios besando el vaso de whisky, como si tu vida dependiera de ello.
Y tus ojos. Tus brillantes ojos azules escudriñaban la habitación, buscando a la próxima víctima.
Sabía cómo iría la historia. Le tirarías los tejos, harías que se sienta tan especial para esa noche, la noche a la que volverá cada vez que la hagas sentir inútil.
La noche que recordaría cada vez que miras a otra mujer.
La noche que la enamoraste y que recordará cada vez que la rompas. Será la noche de la que se arrepentirá para siempre y serás una bala que no podrá evitar.
Sigues siendo el mismo hombre que una vez amé, pero no debí hacerlo. Sigues siendo tan egoísta y egocéntrico que te niegas a ver a las personas que te rodean.
No es que no puedas verlos, es que eliges no hacerlo.
Recuerdo cómo me quitabas poco a poco partes de mí a tu antojo. Me quitaste mi amor, mi libertad y mis sueños. Se sentía bien tener ese poder, supongo.
BPero sigues vacío. Sigues buscando a alguien que llene ese vacío dentro de ti y sigues fracasando.
Sigues siendo el mismo mentiroso, regalando promesas vacías como chispitas en un pastel. Algo para hacerla bonita, pero por dentro estaba podrida.
Por dentro, no era más que dolor y desesperación. Prometes compromiso, lealtad y honradez, mientras ya estás pensando en la próxima que te tocará.
Tú eres haciéndola esperar por ti...mientras tú ya estás planeando tu ruta de escape.
Y sinceramente no puedo creer que te confiara mi corazón, pero supongo que tenía que pasar esto para que lo apreciara más.
Sigues siendo el mismo bastardo desagradecido. ¿Tienes idea de la suerte que has tenido?
Tenías una mujer que estaba dispuesta a hacer de ti su mundo. Una mujer que hizo de ti su prioridad, su única opción y su todo.
Una mujer que a veces te amaba más que a sí misma. Pero para ti, nunca fue suficiente.
Podrías haber tenido el mundo en tus brazos y aún así no habría sido suficiente. Nunca será suficiente y lo sabes.
Sigues siendo el mismo pedazo de mierda, no un hombre, sino un error. Juegas con el corazón y los sentimientos de los demás como si fueran tuyos.
Rompes sus esperanzas y su confianza a diario, sin saltarte ni una.
Es sólo algo que haces, como dijiste, 'No eres tú, pequeña. Sabías que no estoy para esto; sabías que nunca sentaré la cabeza'. ¿Cómo demonios iba yo a saberlo? ¿O cualquiera de nosotros, de hecho?
Entre tantas promesas, besos y las palabras más dulces que se pueden oír, ¿cómo iba a ver tus mentiras?
Te vi alejarte con ella y en ese momento, no sentí nada más que lástima por ella. En ese momento, el que tanto temía, no sentí nada más.
Y en ese momento, me di cuenta de que te había superado y que por fin estaba lista para seguir adelante. Tardé demasiado en llegar aquí porque eres bueno rompiendo a la gente. Demasiado bueno.
Pero por fin vuelvo a estar entera y feliz. Por fin me quiero como nunca pensé que podría.
Por fin, cuando me miro al espejo, ya no veo cicatrices feas, muslos grandes y una persona rota.
Me veo-mi fuerza, la pasión en mis ojos y la alegría en mi sonrisa. Veo a una malvada que caminó sobre su propia tumba, en la que tú la metiste.
Veo a una mujer increíble que está lista para amar, vivir y reír de nuevo. Me miro y sé que soy feliz. Y tú sigues siendo el mismo pedazo de mierda.