Durante toda mi vida, he sido una chica fuerte y valiente, pero cuando se trata de amor, de alguna manera pierdo totalmente todo mi poder.
Me transformo en una chica que sólo quiere meterse en un agujero y dejar que otro haga el trabajo duro por ella.
Y no lo hago porque sea un cobarde, sino porque no soporto ver a la gente mientras les digo cosas que no quieren oír.
Y por eso estoy haciendo esto ahora. Por eso escribo esta carta. No puedo mirarte a los ojos y decirte que me voy.
Sé que te sentirías decepcionado, roto y que te derrumbarías. Sé que me rogarías que me quedara contigo, diciéndome que cambiarías.
Sé que volverás a decirme las mismas mentiras de siempre y lo que es peor, te creeré y volveré a aceptarte.
Por eso escribo esta carta de ruptura lejos de ti. Quiero calmar mis pensamientos y pensar con claridad.
No quiero hacerte daño, sobre todo después de tantas cosas que hemos pasado juntos. Pero ya no te quiero en mi vida.
No soporto ponerte en primer lugar mientras tú nunca haces eso por mí.
No soporto luchar por tu atención mientras tú se la das fácilmente a la primera chica que conoces.
No puedo convencerte de que a veces deberías escuchar lo que tengo que decir porque, oye, sé lo que es mejor para ti.
No quiero que decidas tú en mi lugar. No quiero que pienses que sería incapaz de hacer grandes cosas sin ti.
No quiero que me digas lo que debo o no debo hacer. Soy lo bastante grande para saber lo que puede beneficiarme y lo que no es tan bueno para mí.
Y eso es lo que hiciste durante toda la relación. No te comportaste como si fuéramos iguales. No te comportaste como si yo fuera un adulto.
Siempre has tenido una extraña necesidad de ser el dominante, el que decide y el que tiene la última palabra.
¿Y sabes qué?
¡Estoy harta de eso! No quiero estar con alguien que ni siquiera piensa que soy digno.
No quiero un hombre que me moldee en alguien de quien le gustaría enamorarse.
Quiero que te enamores de mi verdadero yo. Quiero que aceptes mi verdadero yo y que nunca se te pase por la cabeza cambiar nada de mí, ni un ápice.
¿Estoy pidiendo demasiado? ¿Estoy pidiendo lo imposible?
No lo creo, sobre todo después de todo lo que hice por ti. No te pido demasiado, porque si fuera amor de verdad, habrías conocido mis deseos con sólo mirarme.
Pero nunca fuiste capaz de hacerlo.
Nunca viste más allá de mi cuerpo. Nunca quisiste conocerme más a fondo.
Sólo querías a alguien que fuera bueno para tu ego, alguien que escuchara tus deseos y alguien con quien te divirtieras.
Y me convertí en todo lo que querías. Estuve perdiéndome demasiado tiempo sólo para poder hacerte feliz.
Y llegué al punto de ruptura en el que ya ni siquiera podía reconocerme a mí misma.
He cambiado tanto para gustarte más que me he olvidado de quererme a mí misma. La chica que veo en el espejo ya no es esa chica feliz y positiva.
Está lejos de ser feliz porque no escucha a su corazón. En cambio, escucha a otra persona que ni siquiera es buena para ella.
Ella escucha al hombre que cree que es su felices para siempre . Pero no lo es. Y nunca lo será.
Por eso este ruptura carta es tan doloroso para mí. Y sé que sería más dolorosa si te contara todo esto en persona.
Sé que no sería tan fuerte y que me convencerías de volver contigo. Y eso es lo último que quiero hacer.
Hoy es el día en que te dejo marchar, lo quieras o no. Llevo mucho tiempo escuchando tus deseos y ahora me toca a mí.
Necesito que respetes mi único deseo, el que escribo en esta carta. Quiero que respetes mi decisión como yo siempre respeté la tuya.
Quiero que por fin me dejes ir porque esto ya no es amor, es solo un mal compromiso. Y no puedo seguir viviendo así.
Si te estás preguntando si hay otro hombre detrás de toda esta historia, que sepas que no. Sigo locamente enamorada de ti, pero me estás arruinando como nadie lo hizo antes.
Me haces daño aunque te quiera, y no quieres cambiar.
Rompes tus promesas como si no significaran nada para ti, y repites las mismas cosas una y otra vez.
Y soy lo suficientemente inteligente para ver que haciendo todo eso, realmente no me amas.
Sólo te gusta la idea de mí. Te encanta tener a alguien con quien tomar el café de la mañana, alguien que te abrigue en las frías noches de invierno y alguien con quien presumir.
Lamentablemente, yo era esa persona, pero ya no. Así que, por favor, no me llames para rogarme que te dé otra oportunidad porque te di demasiadas.
No me mandes mensajes y no intentes encontrarme.
Aunque rompa contigo, no es fácil. Pasé demasiado tiempo contigo como para poder olvidarte en tan poco tiempo.
Así que, por favor, no te acerques. No lo hagas más difícil para los dos.
Sabías que algo así pasaría tarde o temprano. Y es mejor que haya ocurrido ahora porque aún podemos encontrar a nuestra verdadera pareja.
Al final, sólo quiero que sepas que no te odio. Supongo que el cielo te envió a mi vida por alguna razón.
Quizá para hacerme más fuerte, para enseñarme que el amor de verdad no se encuentra en todas las esquinas y para demostrarme que a veces es mejor estar solo que mal acompañado.
Y eso es lo que haré ahora mismo. Estaré solo, libre de ti y totalmente centrado en mí mismo.
Tal vez al perderte encuentre lo que siempre he buscado, tal vez me encuentre a mí mismo.
Christine es autora de ' Mirar fijamente a los ojos de la ansiedad y la depresión Un libro que cambiará tu forma de combatir la ansiedad y la depresión.