Si manejas la ansiedad, sabes muy bien puede ser una putada y sabes lo difícil y duro que puede ser vivir con ansiedad.
Sabes que la ansiedad tiene el poder de consumirte por completo y que es algo que no puedes ahuyentar en un abrir y cerrar de ojos.
Pero lo que es aún peor es cuando alguien no es consciente de todas las cosas que su ansiedad le hace hacer. A veces, nosotros mismos no somos conscientes de que algunas de nuestras acciones y pensamientos no están controlados por nosotros, sino por este trastorno.
1. Evitar a las personas
La ansiedad te hace sentir cansado y agotado sin ninguna razón en particular. Te quita toda la energía y, a veces, ni siquiera puedes levantarte de la cama, y mucho menos comunicarte con los demás.
Y, en consecuencia, la gente que te rodea piensa que les estás evitando. Los hombres asumen que te haces la difícil y que quieres que te persigan.
Pero la verdad es muy distinta. A veces, cancelas planes con las personas que quieres ver. Y lo haces simplemente porque no tienes fuerzas para enfrentarte a nadie.
Lo haces porque necesitas estar solo y porque crees que te sentirás mejor si te quedas en casa. Pero esto no te ayudará, sólo te hará perder el contacto con la realidad y eso es lo último que necesitas.
Así que, en lugar de actuar así, haz todo lo posible por obligarte a interactuar con los demás. Créeme, es la mejor forma de olvidarte de tus problemas.
2. Pensar demasiado
Otra cosa que puede que no seas consciente de que estás haciendo debido a tu ansiedad es pensando demasiado. Pero con esto no quiero decir que sólo analices las cosas importantes de tu vida.
No, diseccionas literalmente todo lo que te ha pasado y piensas en lo que pasará después.
Nunca estás relajado ni te dejas llevar por la corriente y siempre te cansas con algunos pensamientos innecesarios que no puedes evitar, aunque quieras.
Piensas en tus errores anteriores y en todas las cosas que desearías haber hecho de otra manera. Piensas en cómo podrían haber sido algunas cosas y siempre estás en busca de un cierre, incluso cuando no puedes conseguir ninguno.
No me malinterpretes: no estoy diciendo que haya nada malo en ser cuidadoso con tus elecciones, pero eso no significa que debas pasarte noches en vela devanándote los sesos con cada pequeña decisión. Hay cosas en las que no puedes influir y ya es hora de que lo aceptes.
3. Preocuparse demasiado
Además de pensar demasiado, tu ansiedad también te hace preocuparte demasiado. Eres alguien que siempre ve las cosas desde un punto de vista negativo y alguien que siempre esperará que ocurra el peor resultado y el escenario más oscuro posible.
Cuando alguien comparte sus problemas contigo, permites que te abrumen por completo y empiezas a preocuparte por ellos, como si fueran tuyos. Simplemente no tienes la capacidad de ver las cosas desde una perspectiva más brillante, por mucho que lo intentes.
Y todo por culpa de tu ansiedad.
4. Compararse con los demás
Uno de los peores crímenes que puedes cometer contigo mismo es compararte con los demás. Y eso es exactamente lo que has estado haciendo, gracias a tu ansiedad.
Siempre estás preocupado porque no has conseguido tantas cosas como los demás y porque eres el único que se siente desgraciado y el único al que no le ha ido tan bien. Pues déjame decirte que eso es mentira.
Deja de pensar en los demás y céntrate en mejorar tú, sin compararte con nadie. Tienes tu propia vida y esa debe ser tu principal preocupación.
5. Pensar que no eres suficiente
A las personas ansiosas siempre les preocupa no ser lo bastante guapas, inteligentes o capaces. Y eso es algo con lo que hay que lidiar todo el tiempo.
Tu ansiedad te hace cuestionarte constantemente tu propia valía y te hace dudar de ti mismoincluso cuando no hay ninguna razón aparente para algo así. Cuando te involucras en cualquier tipo de relación, siempre te preocupa que la otra persona no vea más que tus inseguridades y que huya de ti porque no eres suficiente para ella.
Tengo que pedirte que te dejes de tonterías. Acepta tus imperfecciones y, en lugar de poner toda tu atención en ellas, piensa en las cosas que se te dan bien y que te hacen especial.
Empieza a quererte a ti mismo y los demás te seguirán, te lo prometo.