Cuando conociste a este hombre, te encantó su amor eterno por ti. O al menos, algo que veías como amor pero que nunca estuvo cerca de eso.
Seamos sinceros, al principio, estabas más que feliz de haberte encontrado por fin con un hombre que te quería toda para él; un hombre que estaba dispuesto a hacer todo lo que estuviera en su mano para mantenerte a su lado y que no estaba dispuesto a renunciar a ti así como así.
Después de todos esos tipos que no podían decidirse por ti y se negaban a ponga una etiqueta a su relación...fuiste derribado por el hombre que estaba orgulloso de llamarte suyo.
Incluso cuando empezó a tratarte como si fueras de su propiedad, te gustó ese sentimiento de pertenencia que nunca antes habías experimentado.
Después de todos esos tipos a los que les importaba un bledo si salías con otras personas mientras estuvieras siempre disponible para ellos, estabas encantada de encontrar a un hombre que actuaba como si fuera a morir si ponías tus ojos en otro macho.
Veías sus celos como una prueba de su profundo amor y como una forma de demostrarte lo asustado que estaba de perderte.
Incluso cuando empezó a pedirte que cortaras todos los lazos con todos tus amigos hombres y compañeros de trabajo, incluso cuando te pidió que borraras todos tus perfiles en las redes sociales e incluso cuando empezó a hacer escenas cuando hablabas con otro hombre, no lo viste como un peligrosamente posesivo comportamiento.
En vez de eso, en el fondo, en realidad te sentías honrada por el hecho de que él estuviera claramente tan loco por ti y que no soportara compartir tu corazón y tus pensamientos con nadie más.
Después de todos esos tipos que no estaban interesados en tu vida, no te importó que hablara mal de tus amigos más cercanos.
Pensaste que sólo quería distanciarte de su mal impacto en lugar de verlo como su forma de aislarte del resto del mundo.
Después de todos esos tipos que te dieron migajas de su atención, estabas encantada de encontrar a un hombre que estaba completamente centrado en ti.
Incluso cuando empezó a llamarte cada quince minutos, incluso cuando empezó a aparecer en tu puerta sin avisar, e incluso cuando no te permitía pasar ni un segundo de tu tiempo libre sin él, no lo viste como una bandera roja.
No lo veías como su forma de enjaularte y limitarte. En cambio, no podías creer que tuvieras tanta suerte de encontrarte con un hombre que estaba tan enamorado de ti que no quería pasar ni un momento separado.
Después de todos esos tipos que se mostraron completamente indiferentes hacia ti y nunca se preocuparon por el futuro de vuestra relación, te sorprendió un hombre que luchó por ella, aunque eso significara pelearse contigo.
No veías todas las discusiones que provocaba como un signo de violencia, sino como su forma de mejorar vuestra relación, de trabajar en vuestros problemas.
No veías los insultos que te profería como intentos de menospreciarte, sino como su forma de inspirarte para que fueras mejor.
Después de todos esos chicos que nunca te dejaron entrar en sus corazones, fue fácil para ti cegarte y confundir el abuso con el amor.
Sí, la verdad es que al principio disfrutaste del comportamiento enfermizo de este hombre...hasta que fue demasiado para ti.
Te hizo sentir especial y única, y en lugar de huir para salvar tu vida, te sentiste halagada y convencida de que te había tocado la lotería.
Hasta que te diste cuenta de la horrible verdad: nada de esto fue nunca amor-era abuso emocional todo el tiempo.
Y de alguna manera, te las arreglaste para mezclar las dos cosas.
No importa que en realidad nunca te golpeó-era controlador, posesivo y tóxico y lo más importante, abusivo. Pero nunca te quiso de verdad.
Aunque aún no lo veas, te prometo que algún día lo harás.
Una vez que el amor verdadero entre en tu vida, verás la diferencia.
Una vez que experimentes una relación sana que se base en el respeto y la confianza mutuos, verás que ese hombre nunca se preocupó de verdad por ti, porque así no se trata a las personas que te importan.