Si eres una mujer que ha sufrido algún tipo de abuso, quiero aplaudirte por tu valentía y por no rendirte nunca.
Miraste al miedo a la cara, superaste el dolor y continuaste haciéndolo todos los días de tu vida.
Cuando ocurre una vez, nunca se acaba del todo. Tienes que reinventarte.
Vuelve a encontrar quién eres y vive ese proceso con nada más que fe ciega y dándole a la vida una oportunidad más.
Eres una heroína silenciosa. Y tu superpoder es que eres irrompible.
Después de todo lo que has pasado, te mantienes fuerte, examinas tu dolor y tu vulnerabilidad y los conviertes en fortaleza y sabiduría.
Quiero recordarte que siempre debes dedicarte tiempo a ti mismo y considerarte una prioridad.
Teniendo esto en cuenta, aquí hay algunas cosas que explican por qué es tan difícil hacer conexiones - por no hablar de las conexiones románticas - después del abuso, que usted podría relacionar.
Ya no sabes quién eres
Tras el abuso, la víctima queda despojada de su sentido de sí misma.
Tras la manipulación, la luz de gas, el chantaje y el condicionamiento, te quedas siempre cuestionándote tus pensamientos y decisiones.
Ya no estás seguro de qué parte de ti es real.
Tu agresor quería que te sintieras perdida, asustada y sola para poder controlarte.
Y ahora te quedas en ese lío, sin saber cómo empezar a mejorar tu autoestima.
Te quedas pensando que estás loco. Todo lo que habías dicho era siempre "exagerado" o "irracional".
Y luego resultaba ser cierto, pero siempre después de que ya creyeras que estabas exagerando y que eras irracional.
Queridas mujeres, podéis tomar la vida en vuestras manos y escribir vuestra propia historia.
Puedes volver a ser lo que eras antes o lo que siempre quisiste llegar a ser.
La gran fuerza reside en cada uno de vosotros. Si no fuera cierto, ¡no estarías leyendo esto!
Necesitas tiempo para recuperar la confianza
Toda mentira es veneno y te han dicho tantas mentiras. Y algunas de ellas incluso te las has seguido diciendo a ti mismo.
Después de romper el poder de un abusador sobre ti, puede que te hayas dado cuenta de que has pasado mucho tiempo (meses, años, ¡la mitad de tu vida!) creyendo algo que nunca fue real.
Y eso afectó mucho a tu capacidad de confiar, a tu salud mental y a tu ser en general.
Necesitas tiempo para volver a confiar en la gente y eso es perfectamente normal.
No debes forzar nada ni perseguir algo con lo que no te sientas cómodo. Puedes curarte, sólo necesitas tiempo.
Tienes miedo de que te vuelvan a hacer daño
Después de un abuso, tienes que volver a trazar tus límites.
Al redibujar las fronteras -poniendo tus propios límites- empiezas a ver qué personas quieres en tu vida y cuáles estás mejor sin ellas.
Los que cruzan los límites no son necesarios en tu vida.
Lo que necesitas son límites sanos, establecidos a través de una comunicación significativa que muestre compasión y comprensión.
Todo lo que no sea eso te está causando miedo a que te vuelvan a hacer daño.
Necesitas tiempo a solas
Si no puedes conectar, quizá no sea el momento de hacerlo. Quizá necesites volver a conectar contigo mismo.
Tal vez necesites reconocer tus propias necesidades y asumirlas como tu responsabilidad.
Eso significa que puedes estar solo, pero no sola. A veces lo único que necesitas es ser tu propio mejor amigo.
Permítete ser lo que necesites ser en ese momento.
Puedes estar enfadado, triste, abrumado. Permítete sentirlo todo y luego perdónate por todas las veces que has sido duro contigo mismo.
Libérate de cualquier vergüenza, culpa o pensamiento de que todo lo que pasó fue de alguna manera tu culpa. No lo fue.
No te sientes comprendido
No todo el mundo ha pasado por lo mismo que tú. Algunos, por suerte, no tienen ni idea.
Y eso a veces te hace sentir que nadie puede entenderte.
No son muchas las personas que hablan abiertamente de sus malos tratos y no es lo primero de lo que hablan.
Podría ser el mismo caso contigo. No es raro sentir que no perteneces al grupo.
Construir nuevas amistades y relaciones significa invertir mucho tiempo, fuerza, voluntad y emociones. Y es difícil si eres un superviviente.
La relación con su agresor es complicada
La gente tiende a pensar que los maltratadores son personas con las que las víctimas pueden cortar de una vez por todas.
Pero, ¿y si es el padre de tu hijo, tu compañero de trabajo, un familiar o simplemente una persona que te importaba mucho?
Los sentimientos no son una cosa de encendido y apagado. No podemos dejar de querer a alguien en un día, aunque se trate de un maltratador.
Es posible querer a alguien y darse cuenta de que no es una persona segura.
Pero también es posible aprender de las experiencias dolorosas y volver a amar.
Sólo recuerda que mereces estar segura, ser respetada y querida en todo momento.