¿Cree en el concepto de almas gemelas? ¿Cree que no somos seres completos y que todos tenemos una segunda mitad, una persona que está destinada a ser la nuestra?
¿Crees que todos estamos predestinados a estar con alguien? ¿Que nuestra alma busca a esa otra persona sin que lo sepamos?
¿Crees que existe una persona que nació para ser tuya? ¿Que existe alguien que es tu pareja perfecta?
Apuesto a que no.
Bueno, yo tampoco creía en ello. Pensaba que todo esto era mentira. Que era algo inventado por Hollywood y que cosas así sólo existen en las películas y los libros románticos.
Hasta que le conocí.
Puede que pienses que es un tópico, pero lo cierto es que en cuanto puse los ojos en este chico, lo supe. Fue como en las películas. Sentí como si el tiempo se hubiera detenido y solo pudiera mirarle.
Sentí como si conociera a este tipo desde siempre, me era tan familiar. Como si hubiera pasado toda mi vida hasta ese día buscándole, sin ser consciente de ello.
No era su aspecto ni la forma en que me hablaba, sino que algo que aún hoy no puedo explicar me arrastraba hacia él. Era como una fuerza invisible, como un campo magnético.
Y desde ese momento, supe era mi alma gemela. Sabía que era mi otra mitad y la persona con la que estaba predestinada a estar.
No, no me dio mariposas. No sentí la excitación habitual que sientes cuando conoces a alguien nuevo que te gusta.
En cambio, este tipo se sentía como en casa. Mirarle a la cara me tranquilizaba. Verle sonreír me hizo pensar que todos mis problemas desaparecerían.
Cuando estaba cerca de él, me sentía tan segura y como si nada malo pudiera ocurrirme.
Cuando estaba con él, me sentía segura porque siempre sabía que me cubriría las espaldas. Sabía que me cogería de la mano en todas las dificultades de la vida y que estaría a mi lado.
Y de repente, la vida tenía más sentido. Y se sentía mucho más fácil.
Pero, por desgracia, esto no duró tanto como yo pensaba. Lamentablemente, nuestro romance de cuento de hadas no duró toda la vida. Tristemente, este hombre me abandonó.
Nunca sabré si sintió las cosas que yo sentí. Nunca sabré si realmente pensó en mí como su otra mitad.
¿Es posible que alguien sea tu alma gemela sin que tú seas la suya? Supongo que nunca lo averiguaré.
Pero ese no es el punto de todos modos. No voy a recordar todo el dolor que me causó cuando me dejó.
Intento con todas mis fuerzas olvidar todas las lágrimas que lloré por él y todo lo que pasé después de que formara parte de mi pasado.
Y no voy a hablar del hecho de que todavía no me he recuperado de perderle, aunque me esfuerzo mucho por hacerlo.
Pero el hecho es que han pasado años desde que este hombre salió de mi vida.
Y he tenido otros hombres en mi vida. Algunos eran buenos y otros no tanto. Hubo momentos en que incluso pensé que amaba a algunos de estos hombres.
Y algunos de estos hombres me hicieron pasar por una montaña rusa de emociones. Despertaron diferentes sentimientos en mí.
Pero ninguno de ellos consiguió provocar lo que él provocó en mí. Ninguno de ellos me hizo sentir como él. Y no estoy seguro de que nadie lo haga jamás.
Y por eso sigo pensando que es mi alma gemela, aunque no forme parte de mi vida.
No me malinterpretes: dejé de esperar que volviéramos a estar juntos. Hace tiempo que acepté el hecho de que él no es mi persona para siempre y que no pasaré el resto de mi vida con él.
Pero eso no cambia el hecho de que siempre ha sido mi persona y mi alma gemela y que siempre lo será.