¿Te obsesionas constantemente con escenarios imaginarios, imaginando las peores cosas posibles que podrían ocurrir? ¿Te preocupan los "y si..." o intentas encontrar significados ocultos y leer entre líneas?
Pensar demasiado puede tener un efecto perjudicial tanto en tu autoestima y tu relación. Al imaginar un resultado negativo de sus preocupaciones y fantasear con todas las razones por las que su pareja podría rechazarle o abandonarle, se centra en estas ideas tan intensamente, que empieza a proyectarlas.
Empiezas a alejar a tu pareja porque esperas que se vaya de todos modos. De esta manera, tu pensamiento erróneo puede arruinar tu relación.
¿Cómo no pensar demasiado en una relación cuando no puedes dejar de obsesionarte con una interacción o una situación relacionada con tu pareja? Sigue leyendo si quieres entender por qué piensas demasiado y aprender los métodos que necesitas para dejar de hacerlo.
¿Cómo no pensar demasiado en una relación?
Pensar demasiado te impide disfrutar del momento presente. Constante sobreanalizando y obsesionado sobre cada detalle drena la diversión de su relación y la convierte en una fuente de ansiedad en lugar de una fuente de consuelo.
Por suerte, una vez que aprendes a no pensar demasiado en una relación, con un poco de esfuerzo y práctica puedes dejar de hacerlo y llegar a disfrutar de tu relación. Hay dos tipos de trabajo que necesitas hacer para liberarte de pensar demasiado.
A largo plazo, tienes que examinar qué es lo que te hace pensar demasiado y aprender estrategias para hacer frente a tu necesidad de analizar en exceso. Es igualmente importante aprender a dejar de pensar demasiado en el momento en que ocurre y cómo utilizar herramientas que te ayuden a detener la espiral de pensamientos tóxicos.
Detener el exceso de pensamiento en el momento en que se produce
Pensar demasiado se debe a la ansiedad y la inseguridad. Si en el fondo estás preocupado por tu relación, todo lo que ocurre y lo que no ocurre puede servir para confirmar tus temores. Por ejemplo, puede que te estés derrumbando esperando a que tu pareja responda a tu mensaje, mientras está ocupada y ni siquiera sabe que estás enfadada o que hay algún motivo para que lo estés.
Hay formas de evitar que tus pensamientos se desborden, pero requiere práctica. Puede ser difícil controlar los sentimientos una vez que empiezas a pensar demasiadoAsí que no se desanime si no tiene éxito de inmediato.
A medida que aprendas a dejar de pensar en exceso en una relación, te familiarizarás con las formas de detener los pensamientos intrusivos en seco y, con el tiempo, te resultará más fácil.
1. Reconocer el exceso de pensamiento
El primer paso que debes dar para domar tus pensamientos excesivos es ser conscientes de que está ocurriendo. Una vez que te das cuenta de que estás cayendo en un ciclo obsesivo de pensamiento, es posible detenerlo.
Al principio, puede que fracases, pero no te sientas presionado. Por ahora, es importante que reconozcas tus pensamientos. Las relaciones son difíciles para las personas que piensan demasiadoAsí que dite a ti mismo que estás pensando demasiado y acepta tus pensamientos.
Intenta comprender de dónde vienen esos pensamientos y qué los ha desencadenado. Conecta con tus sentimientos para entender qué te está haciendo pensar demasiado. Separa tus pensamientos de tus sentimientos: tu ansiedad no tiene por qué afectar a tu forma de pensar.
Sentirse inseguro sobre su relación y creer que se está desmoronando no están relacionados. Cuanto más te concentres en reconocer tus pensamientos exagerados y lo que los causa, más fácil te resultará detenerlos.
2. Estar presente
Pensar demasiado se basa en preocuparse por el futuro, así que mientras lo haces no estás presente en el momento actual. Por eso es importante céntrate en el momento si quieres dejar de pensar demasiado.
Empieza con ejercicios de respiración. Respirar hondo cuando notes que has empezado a analizar en exceso te recordará dónde estás y qué está pasando. Practica la atención concentrándote en lo que te rodea.
A medida que asimiles todo lo que puedas con los sentidos, tus pensamientos se centrarán más en el presente. Céntrate en cómo te sientes en lugar de evaluar la relación.
Cuelga el teléfono y olvídate de los mensajes que has recibido y de los que quieres escribir. Fíjate un límite de tiempo hasta que puedas volver a cogerlo para darte tiempo a alejarte de los pensamientos ansiosos. Si te resultan útiles, utiliza afirmaciones para enraizarte y recordarte que vives el presente.
3. Centrarse en otra cosa
Para dejar de obsesionarte con los sentimientos y acciones de tu pareja y dejar de pensar en posibilidades, lo mejor es encontrar algo que te ocupe y distraiga. Cuando sientas que estás analizando demasiado, cambia inmediatamente tu enfoque a otra cosa. Redirige tu atención hacia cualquier cosa que te resulte lo suficientemente interesante como para mantenerte ocupado.
Los mensajes de texto a menudo provocan un exceso de reflexión porque la información que proporcionan es demasiado escasa para hacerse una idea completa de la situación. Si los mensajes de texto te obsesionan, tienes que distanciarte de tu hábito. Después de enviar uno, sigue adelante. No mires la conversación y deja de releer los mensajes que has recibido.
No analice su pareja's lenguaje corporal y no repitas las conversaciones en tu cabeza. El único resultado de esto puede ser la incomprensión.
Recuerda que, por mucho que lo pienses, no tienes control sobre los demás. No puedes influir en los sentimientos y acciones de tu pareja, así que céntrate en lo que sí puedes controlar: tu propio comportamiento.
4. Responda a sus pensamientos negativos
No debes ignorar tus pensamientos negativos. Para dejar de pensar en exceso, tienes que demostrarte a ti mismo que tus pensamientos son solo eso, pensamientos, y que no tienen ninguna relación con la realidad. Si tus preocupaciones parecen convincentes, empieza por buscar pruebas que las contradigan.
Piensa en una explicación alternativa para cada idea que te preocupe. Si tu pareja no te ha contestado, ¿qué es más probable, según tu experiencia, que esté ocupada o que no le importes?
Desafíe sus suposiciones y pensamientos ansiosos con respuestas a sus inquietudes. Enfréntese a su pensamientos negativos y rumiantes y contrarrestarlos con una explicación realista.
Piensa en el peor escenario posible y pregúntate qué pasaría si resultara ser cierto. Date cuenta de que, pase lo que pase, estarás bien. Contrástalo con el mejor resultado posible, y piensa cuál es más probable. Céntrate en lo positivo y no te tomes las cosas como algo personal.
5. Dejar de hacer suposiciones
Muchas de tus preocupaciones se deben a tu imaginación y a tus suposiciones. Por eso es útil dejar de suponer nada y centrarse únicamente en tomar las cosas al pie de la letra. Dejar de buscar significados ocultos en todo lo que su pareja dice y hace.
Deja de intentar leer entre líneas y confía en la palabra de tu pareja. Si te dicen que van a algún sitio o que estaban haciendo algo, no des por sentado que mienten. Dale a tu pareja el beneficio de la duda.
Considera el contexto de cada situación y no des por sentado que su comportamiento tiene que ver contigo. Si tu pareja ha tenido que cancelar la cita y te ha dicho que se ha quedado atrapada en el trabajo, confía en ella. No trates de interpretarlo de manera que se trate de ti.
Base sus pensamientos y sentimientos en pruebas, no en fantasías. Un buen planteamiento es creen que todo está bien mientras no se demuestre lo contrario. Puede que tarde algún tiempo en conseguirlo, pero esta forma de pensar puede ahorrarle muchas preocupaciones y ansiedad.
Aprender soluciones a largo plazo para no pensar demasiado
Romper el hábito de pensar demasiado es un proceso. Una vez que descubras cuáles son tus desencadenantes y aprendas a dejarlos ir, te resultará más fácil dejar de darle vueltas a todo. Hay medidas que puedes tomar por tu cuenta para dejar de pensar demasiado en tu relación, pero trabajar con un terapeuta o un coach relacional puede ayudarle a reconocer su pensamiento patrones.
Cuando seas capaz de reconocer tus pensamientos ansiosos y aprender formas de detenerlos, podrás confiar en tu pareja y centrarte en construir una relación sana con ella.
1. Practicar el autocuidado
El verdadero trabajo comienza en esos momentos en los que no estás activamente preocupándote y pensando en exceso. Debes establecer una base de autocuidado para poder trabajar en tus problemas de ansiedad.
Autocuidado significa atender tus propias necesidades de la forma que te haga más feliz. Esto empieza por identificar qué necesidades insatisfechas buscas satisfacer en tu relación.
A continuación, una vez descubiertos los desencadenantes de la ansiedad en las relaciones y los pensamientos exagerados, el siguiente paso es aprender a tranquilizarse. Autocuidado emocional y autocalmarse son formas de reconfortarse tras un acontecimiento emocionalmente perturbador. Para tranquilizarse, puede hacer cualquier cosa que le resulte útil, desde hacer ejercicio hasta escuchar música relajante o dormir.
Para poder manejar los problemas reales e imaginarios de una relación, tu vida debe tener una base sólida fuera de tu relación. Mantén una red social sana y rodéate de personas que te importen.
Mantente ocupado y céntrate en tu realización personal. Haga su bienestar una prioridad. Trabaja para confiar en tu intuición en lugar de pensar demasiado.
2. Comenzar a escribir
Escribir un diario es una herramienta muy infravalorada para mejorar la salud mental y emocional. Para poder poner palabras sobre el papel, hay que encontrar las palabras adecuadas, y esto sólo es posible si examinas tus problemas. Así que para poder trabajar sobre por qué tu ansiedad te hace pensar demasiado, necesitas entenderla.
Esto no es tan difícil como parece: simplemente sentarse y empezar a escribir cualquier cosa es útil. A medida que sigas escribiendo, tus verdaderos pensamientos irán apareciendo y te mostrarán lo que hay debajo de tus preocupaciones.
También puedes llevar un diario para saber con qué frecuencia piensas más de la cuenta y averiguar qué te lleva a pensar más de la cuenta. Intenta hacer una lista de las peores cosas que podrían ocurrir y, a continuación, describe el resultado ideal.
Anota tus pensamientos y sentimientos diarios para controlar tu evolución. Escriba sobre sus episodios de pensamiento excesivo para identificar los factores destructivos. patrones de pensamiento y anota los desencadenantes de tus pensamientos exagerados.
Utiliza tu diario para trabajar tu confianza y empieza a centrarte en las cosas positivas. A medida que aprendas más sobre ti mismo, te será más fácil aceptar la incertidumbre de las relaciones y de la vida en general y suelta del deseo de controlar el resultado.
3. Aprender a comunicar
Ya lo has oído antes, pero nunca está de más insistir en ello: la comunicación es clave en las relaciones.
Practicar una comunicación eficaz: se basa en decir lo que se quiere decir. Si empiezas a relacionarte sinceramente así con tu pareja, llegarás a esperar lo mismo de ella, lo que prácticamente puede eliminar tus preocupaciones.
Cuando confías en que tu pareja te está diciendo la verdad sin segundas intenciones, pensar demasiado resulta superfluo. Todo empieza por elegir ser abierto y honesto con tu pareja.
Abrirte a tu pareja puede aterrorizarte, pero marcará la diferencia. Comparta su miedo al rechazo con tu pareja y discúlpate por tu comportamiento. Sé simple y directo y no trates de justificar tu comportamiento.
Date cuenta de que tú y tu pareja sois dos individuos que no ven las cosas de la misma manera.
Cuando compartas tus pensamientos con tu pareja y le digas lo que realmente piensas, reaccionará con compasión. Explica a tu pareja cómo te sientes, sé sincero sobre tus preocupaciones y comparte tus necesidades en la relación. Cuando les haces saber lo que te preocupa, sólo entonces pueden comprender y abordar la situación.
4. Desarrolle la confianza con su pareja
Para empezar a generar confianza con tu pareja, primero debes comprender las necesidades que tienes en la relación y cómo comunicarlas. No puede esperar que su pareja leer su mente y anticiparse a sus necesidades. Determina lo que quieres en una relación y házselo saber a tu pareja.
Tu ansiedad no está causada por tu pareja: entiende que tu pareja no te ha hecho estar preocupado, asustado y enfadado. Acepta que tus pensamientos excesivos están causados por tus propias reacciones y emociones.
Para poder confiar en tu pareja, tienes que aprender a aceptarla, pero también tienes que aceptar que tu pareja es tu igual, y no alguien que tiene poder sobre ti y tus sentimientos. Deja de intentar averiguar significados ocultos detrás de cada palabra o acción de tu pareja y aprende a ver las cosas de la forma más sencilla posible.
Tus miedos te parecerán un derroche de energía cuando aprendas a aceptar las cosas tal y como las ves en lugar de como las imaginas. Reconoce y abraza la vulnerabilidad de estar en una relación y aceptar que algunas cosas de la relación escapan a tu control.
Otro punto importante es que debes dejar de compartir demasiado con tus amigos y seres queridos. Perspectiva exterior sobre una relación puede ser útil pero si tú y tu mejor amigo estáis diseccionando cada mensaje de texto que recibís de vuestra pareja, puede ser perjudicial y perpetuar el exceso de pensamiento. No incluyas a los miembros de tu familia en las decisiones relacionadas con tu relación, confía en ti mismo y en tu pareja.
5. Buscar ayuda profesional
Tratar tus problemas de ansiedad es necesario si quieres aprender a no pensar demasiado en una relación. Puedes y debes trabajar en ello por tu cuenta, pero ayuda profesional puede acelerar el proceso e indicarle cosas que quizá no había considerado.
Un terapeuta puede trabajar contigo para desarrollar herramientas para controlar tu ansiedad y ayudarte a adoptar una mentalidad positiva. El asesoramiento psicológico también puede ayudar a mejorar la confianza en uno mismo. autoestima. La falta de confianza en ti mismo es otra de las razones por las que puedes estar recurriendo a pensamientos obsesivos.
Si refuerzas tu relación contigo mismo y abordas cualquier problema de apego existente, te sentirás menos atraído por este tipo de comportamiento. A medida que aprendas más sobre ti mismo, aceptarás que no tienes el control sobre todo y que su análisis no equivale a control.
Esto le ayudará a dejar de pensar demasiado y a buscar pruebas antes de intentar relacionar las cosas, lo que a menudo conduce a conclusiones incorrectas y malentendidos.
¿Cómo saber si piensas demasiado?
Pensar en exceso es perjudicial para la salud mental porque alimenta la ansiedad y daña la confianza en uno mismo. Cómo reconocer que lo que estás haciendo es pensar en exceso y no una reacción saludable a lo que sea que esté pasando?
Cuando piensas demasiado, no te centras en encontrar una solución, sólo en tu pensamientos propios. Tus pensamientos se vuelven repetitivos y rumias - piensas en círculos, examinando la misma idea una y otra vez. Se le ocurren los peores escenarios y se obsesiona con los errores más insignificantes.
- Lo interpretas todo.
- Recuerdas todo lo que dice tu compañero.
- Te inventas conversaciones o situaciones imaginarias.
- Relees textos y los analizas en exceso.
- Tardas mucho en redactar un mensaje para tu pareja.
- Sigues repasando conversaciones en tu cabeza.
- Te machacas por pequeños errores.
- No confías en tu pareja.
- Dudas de los sentimientos de tu pareja.
- Te enfadas por cosas sin importancia.
- Siempre piensas que tu relación está en peligro.
- Lo analizas todo demasiado con tus amigos.
- Entras en pánico cuando las cosas no salen como habías planeado.
¿Cuáles son las causas del exceso de pensamiento?
La inseguridad es la mayor culpable de los pensamientos exagerados. Suele deberse a una inseguridad estilo de fijación o proviene de un traumatismo relación anterior. Cuando piensas demasiado en tu relación, imaginas problemas que no existen.
Te preocupa que tu pareja te rechace e intentas pensar en una salida. Aunque no haya problemas en tu relación, lees palabras y acciones y te las inventas. Lo haces porque tu mente necesita encontrar una solución a tus problemas de confianza.
Inseguridad y baja autoestima te hacen preocuparte, lo que se convierte en pensar demasiado cuanto más te enredas en ello.
- Dudas y ansiedad te hacen temer perder a tu pareja.
- Te preocupas por lo que tu pareja pensará sobre ti si haces o dices algo que no les gusta.
- Dudas de los sentimientos de tu parejate preguntas si le importas a tu pareja y si te quiere.
- Falta de confianza te hace dudar de si tu relación durará.
- Porque te sientes impotente...quieres controlar cómo salen las cosas.
- Usted coloca expectativas a tu compañero.
- Cuando el comportamiento de tu pareja cambia aunque sea un poco, sospechas que sus sentimientos hacia ti han cambiado.
- Para evitar perder a tu pareja, finges que todo va bien y nunca saques a relucir nada que te moleste.
- Te centras en no enfadar a tu pareja con usted en lugar de tener límites, o se busca peleas a propósito para demostrarse a sí mismo sus pensamientos negativos.
- La comunicación se dificultaincluso imposible.
Para hacer frente a todas estas preocupaciones y dudas, recurres a pensar demasiado como medio de supervivencia. Tu relación actual se convierte en una fuente de ansiedad. Como esperas que tu pareja te decepcione tarde o temprano, buscas pruebas que demuestren tus creencias.
En lugar de centrarte en tu relación tal y como es, tu energía se desperdicia imaginando peores escenarios y esperar a que tu pareja te demuestre que no te quiere, que es desleal o que quiere romper contigo.
Afrontar la inseguridad ayudará a hacer frente al exceso de pensamiento. Empieza por tomar conciencia de tus sentimientos y poner en práctica algunas de las ideas anteriores. Si crees que sería útil, puedes consultar a un consejero o a un experto en relaciones para que te guíe.
Comprenda sus sentimientos para ganar control
Pensar demasiado en las relaciones sentimentales puede convertirse en un círculo vicioso y causar los mismos problemas que te preocupan: Si te obsesionas con el comportamiento de tu pareja, tus acciones pueden volverse insufribles y podrían abandonarte. ¿Cómo no pensar demasiado en una relación y perjudicar tu vida amorosa?
Aprende a dejar de pensar en exceso. Esto comienza con la toma de conciencia y la decisión de trabajar en ti mismo y proteger tu relación. Cuanta más práctica adquieras en detener la escalada de tus pensamientos, más fácil te resultará controlarte.
A largo plazo, tienes que enfrentarte a las causas subyacentes de tus pensamientos exagerados y aprender a lidiar con ellas. Si aprendes por qué piensas demasiado, serás capaz de dejar de preocuparte y centrarte en las soluciones.