Todos conocemos el dicho: En este mundo hay dos clases de personas: los que lideran y los que siguen. Desde el punto de vista de la creación del cambio, hay quienes lideran el cambio y quienes lo siguen. Hay quienes marcan tendencias y quienes tardan más en adaptarse. El mundo está formado por todo tipo de personas y los que toman la iniciativa de impulsar la transformación suelen ser venerados por sus esfuerzos.
Si todos nos propusiéramos ser líderes del cambio, ¿hasta dónde podríamos llegar? En lugar de sentarse y esperar a que le llamen, ¿y si todos nos comprometemos a levantar la mano y ser voluntarios? Podría decirse que los efectos del cambio se amplificarían diez veces. Habría tanto movimiento que tal vez sería difícil seguir el ritmo o tal vez sería vigorizante.
Por supuesto, esto sólo es así si nos comprometemos a impulsar un cambio positivo, como corregir las desigualdades sociales, ayudar a los necesitados o hacer avanzar las ciencias. Si nos decidiéramos a emprender causas que merezcan la pena, el mundo podría ser realmente un lugar mejor.
¿Cuál es el primer paso? La motivación. Tenemos que estar motivados para trabajar con el fin de abordar las preocupaciones y tomar medidas. Tenemos que querer dedicar nuestro tiempo y energía. Y, para rendir al máximo y tener más iniciativa, tenemos que comprometernos con el autocuidado.
Esto significa que tenemos que dedicar tiempo cada día a llenar y rellenar nuestras reservas. Tenemos que comer bien, hacer ejercicio, practicar el pensamiento consciente. Tenemos que aprender a establecer y aplicar límites saludables. Tenemos que eliminar la toxicidad de nuestras vidas. Entonces, una vez que nos sintamos capacitados para vivir de forma más saludable, nos sentiremos motivados para pasar a la acción.
¿Qué debe hacer una vez que esté preparado para actuar? Crear pasos de acción, por supuesto. Aquí tienes algunas preguntas que puedes hacerte para empezar a trabajar.
1. ¿Qué asuntos me importan más?
2. ¿Qué puedo hacer para resolver estos problemas?
3. ¿Qué puedo hacer ahora mismo?
4. ¿Qué debo hacer para avanzar?
5. Teniendo en cuenta todo lo anterior, ¿cuál es el primer paso más lógico?
Si has respondido a estas preguntas con sinceridad y de la mejor manera posible, comprenderás mejor lo que debe ocurrir para cumplir tus objetivos. Da el paso que has identificado en #5 y ponte en marcha.
A medida que se adentra en una nueva empresa que le apasiona, lo más probable es que cada vez le resulte más difícil separarse de ella. Querrás dedicar todo tu tiempo y energía a la causa. Sin embargo, es importante tener en cuenta otros aspectos de tu vida y asegurarte de que estás llenando tu vaso en las áreas que más te importan.
Asegúrate de no empezar a descuidar prioridades importantes, como mantener relaciones sanas con tus amigos y familiares. Dedícate también tiempo suficiente. De lo contrario, te esforzarás al 110%, pero acabarás agotado y tendrás que echarte atrás al principio del proceso.
En contra de lo que se cree, un poco puede hacer mucho. Si todos nos centramos en crear un cambio positivo, crearemos un mundo más atractivo para nosotros mismos y para los que nos rodean. Debemos tomar la decisión de arriesgarnos o las cosas nunca cambiarán. Todo empieza por nosotros.
Por supuesto, tenemos que tener en cuenta la Oración de la Serenidad cuando empezamos a emprender aquellas cosas que más nos apasionan y nos empeñamos en crear olas. Tenemos que entender y aceptar que, a pesar de tener buenas intenciones y estar motivados, algunas cosas son sencillamente inmutables. Por lo tanto, tenemos que reorientar nuestros esfuerzos y redirigir nuestra energía. De lo contrario, estaremos perdiendo el tiempo.
El tiempo es uno de los regalos más valiosos que jamás nos darán. Cómo decidimos emplear nuestro tiempo depende exclusivamente de nosotros. Nos influyen muchos factores -personas, lugares y cosas-, pero al fin y al cabo.., somos responsables de nosotros mismos y nuestras acciones. Nosotros decidimos qué influirá y qué no influirá en nosotros, y esta decisión determina la dirección que tomará nuestra vida.
¿Estás preparado para cambiar el mundo? Mantén el impulso y comprométete a convertirte en un guerrero del cambio.