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7 tipos y 13 signos de relaciones poco saludables entre padre e hija

7 tipos y 13 señales de relaciones padre-hija poco saludables

El vínculo entre un padre y una hija debe ser algo muy especialúnico, puro y fuerte.

Por desgracia, a veces puede convertirse en algo malo y tóxico.

Hoy en día hay muchas relaciones padre-hija malsanas y, en la mayoría de los casos, ni el padre ni la hija son conscientes de que su relación no es buena para ninguno de los dos.

Demasiado amor puede ser tan perjudicial como demasiado poco. Un amor una relación estrecha puede convertirse fácilmente en una relación tóxica.

Puede afectar al bienestar y la confianza de una persona y a otras relaciones tanto como un mal vínculo padre-hija.

Además, una vez rota la salud de la relación, tanto al padre como a la hija les costará mucho volver a mejorar las cosas.

Si quieres descubrir cuáles son los tipos de relaciones padre-hija poco saludables y cómo solucionarlo, sigue leyendo a continuación y lo descubrirás.

7 tipos de relaciones poco saludables entre padre e hija

Todos experimentamos algunos problemas en nuestra relaciones padres-hijos y gracias a ese vínculo increíblemente fuerte que compartimos, todos los problemas pueden arreglarse.

He aquí los tipos de relaciones malsanas entre padres e hijas y algunos consejos para que vuelvan a ser mejores y sanas.

1. El padre ausente

Tenemos que admitir que los padres tienen uno de los trabajos más importantes del mundo: mantener a su familia. Pero no por ello deben dejar de estar siempre presentes en la vida de sus hijos.

Nada es más importante para una hija que tener un padre que esté presente en su vida, apoyándola en todo lo que haga y pasando tiempo con ella.

Tanto si tienes un año como si tienes 21, tiene que entender que siempre necesitarás que dé un paso al frente y sea tu padre, no sólo en ocasiones especiales, sino todos los días.

No estoy tratando de justificarlos pero sí, los padres tienen tantas obligaciones que los hacen menos incluidos en la vida de sus hijas pero aun así, necesitan encontrar una manera de dedicarse a ellas entre todas esas obligaciones.

Tener un padre ausente deja tantas consecuencias en tu salud mental.

Puede dar lugar a algunos problemas de comportamiento, dudas sobre uno mismo, depresión, inseguridades o malas notas en la escuela.

Incluso puede afectar negativamente a tus relaciones adultas o al inicio de una relación romántica con alguien, porque siempre tendrás miedo de que la otra persona pueda marcharse en cualquier momento.

2. El padre abusivo

Los padres que tienen mal carácter o algún tipo de adicción son más propensos a maltratar a sus hijas.

No pienses que no debes contárselo a nadie y que es tu deber ayudarle primero porque no es así. Eres tú quien necesita ayuda.

No hay justificación para ningún tipo de violencia o abuso y no deberías intentar justificar tu padre por abusar de ti o hacer que sea culpa tuya.

Créeme, nunca es culpa tuya.

No aguantes el comportamiento tóxico de tu padre sólo porque creas que no tienes a nadie con quien hablar, porque hay muchas personas y organizaciones que pueden ayudarte.

Pide ayuda a alguien. Te aclarará la visión. Verás si los problemas de tu padre pueden resolverse o no.

Si no, por favor, no trabajes en esa relación a cualquier precio.

Algunos padres no merecían ser padres. A veces tienes que cortar con ellos y dejarte libre.

El maltrato no es algo que se deba tolerar, sea cual sea la situación.

Las consecuencias emocionales y físicas de una padre maltratador para una niña son terribles y duraderas.

Pueden derivar en ataques de ansiedad, depresión, baja autoestima, odio hacia todos los hombres, un trastorno de la personalidad, pérdida del sentido de uno mismo o incluso un problema de consumo de sustancias.

3. El padre emocionalmente ausente

Igual que necesitas que tu padre esté físicamente presente en tu vida, también necesitas que esté emocionalmente presente.

Necesitas saber que siempre tienes su apoyo emocional.

Si tu padre nunca expresa sus sentimientos por ti o sientes que está emocionalmente distante, deberías hablar con él sobre eso y decirle que te molesta mucho que esté tan poco disponible emocionalmente.

Tendrá efectos negativos en todas tus relaciones futuras.

Te resultará difícil mantener cualquier tipo de relación porque tú también te distanciarás emocionalmente y no serás capaz de manejar tus emociones de forma saludable.

Un padre presente y atento es todo lo que una hija desea.

Tu padre es tu roca y tienes que poder acudir a él en busca de consejo o consuelo cada vez que lo necesites.

4. El padre narcisista

Un padre narcisista intenta ser el mejor en todo lo que hace, lo que incluye también la paternidad. Solo quiere presumir de sus hijos.

Ese tipo de padre considera la paternidad como una competición.

Una competición sobre quién criará mejor a sus hijos, quién tendrá más éxito, será más rico o famoso.

No tienes por qué cumplir todas las expectativas desmesuradamente altas que tu padre ha puesto en ti.

Si siempre te está comparando con otros niños y espera que siempre seas mejor que los demás, deberías decirle que eso te pone nerviosa y pedirle que deje de hacerlo.

El padre de tipo narcisista tratará de manipularte con algún tipo de recompensas y regalos porque esa es su manera de hacer que hagas lo que él quiere que hagas. No caigas en esa trampa.

Tu opinión es importante y debería serlo también para tu padre.

Dile que te molesta su incapacidad para prestar atención a tus pensamientos y sentimientos.

Si permites que tu padre tenga el control total de tu vida y te manipule con regalos, nunca podrás llegar a ser completamente independiente.

5. El padre adicto

La adicción es un problema para toda la familia, no sólo para el adicto.

Ver a alguien cercano que se destroza la vida cada día y no saber cómo ayudarle es terrible.

Ocurre muy a menudo que los padres adictos al alcohol o a las drogas maltratan física y emocionalmente a sus hijos o a su cónyuge y esto deja efectos negativos sobre todo en sus hijas.

Si eres hija de un adicto, sé que tuviste que afrontar muchas dificultades en tu infancia.

Las burlas y el acoso de otros niños son sólo dos de ellas. Ninguna niña se merece ese tipo de infancia.

Mereces tener una vida segura y estable, y un padre adicto nunca podrá dártela.

6. El padre crítico

Hay algunos padres que piensan que siendo críticos ayudarán a sus hijos a alcanzar todos sus sueños y metas, pero no es así como funciona.

Al criticarte constantemente y marcarte objetivos poco razonables, sólo conseguirá que tengas problemas de autoestima.

Sé que te sentirás mal por no cumplirlos y por decepcionar a tu padre, pero no deberías.

Lo único importante es que nunca te decepciones a ti mismo.

Si tu padre te presiona demasiado, estarás mentalmente estresado y no podrás centrarte en tus objetivos, lo que te llevará al fracaso.

Debido a las críticas de tu padre, sentirás que eres un completo fracasado y eso cambiará definitivamente tu relación con él.

No permitas que las críticas de tu padre te influyan tanto como para hacerte dudar de tu autoestima.

Si no puede ver cuánto vales, es su problema, no el tuyo.

7. El padre infiel

Cuando una hija descubre que su padre ha engañado a su madre, su relación ya no puede volver a ser la misma.

Siempre habrá algo de resentimiento por su parte.

Sé que aceptar el hecho de que un hombre al que admiras haya hecho algo así es especialmente difícil para las chicas jóvenes.

No puedes aceptar que tus padres se divorcien y nunca podrás perdonar del todo a tu padre por herir así a tu madre.

Siempre has visto el amor entre tus padres como un amor verdadero y para siempre, siempre has esperado poder experimentar ese tipo de amor algún día.

Aun así, si ves que tu padre se arrepiente profundamente, deberías darle la oportunidad de explicar sus motivos.

No tienes que olvidarlo pero debes perdonar a tu padre y trabajar en vuestra relación.

No pienses que todos los hombres son iguales ni tengas miedo de enamorarte de alguien sólo porque creas que a ti te pasará lo mismo algún día.

No dejes de creer en el amor verdadero por la infidelidad de tu padre.

Véase también: ¿Por qué mi hija mayor es tan mala conmigo? 9 posibles razones

13 señales de una relación enfermiza entre padre e hija

Si quieres comprobar si tu relación padre-hija es sana o no, sólo tienes que ver estas señales de una relación padre-hijo poco sana.

1. El padre quiere tener el control total de la vida de su hija

Sí, los padres tienen que preocuparse por la vida de sus hijos, adónde van y con quién salen, pero no tienen derecho a controlar su vida por completo.

Siempre pueden darte algún consejo sobre cómo debes hacer algunas cosas en tu vida personal, pero nunca deben obligarte a hacer algo o a tomar una decisión en tu nombre.

Ellos te dieron la vida y trabajan duro para proporcionarte una vida mejor y, por supuesto, debes respetarlos y escuchar sus consejos.

Sin embargo, sólo tú tienes derecho a decidir sobre tu propia vida.

2. Hay algunos límites poco claros

Configuración algunos límites saludables es esencial para que funcione cualquier tipo de relación.

Si hay límites poco claros en la relación entre un padre y una hija o si no respetan los límites del otro, su relación se volverá tóxica con toda seguridad.

El padre tiene que respetar la intimidad de su hija. Revisar su teléfono significa que no confía en ella y eso puede ser muy doloroso para su hija.

Tienes que aceptar que tu hija está creciendo y que cada vez necesitará más espacio personal e intimidad.

No hay absolutamente nada malo en ello, porque todos necesitamos nuestra intimidad.

Todos tenemos algún "lugar sagrado", nuestro espacio personal donde nos sentimos más cómodos y, en este caso, probablemente sea su habitación.

Por eso nunca debes entrar en su habitación sin llamar antes.

3. Falta de comunicación

Es un hecho que la adolescencia debilita el vínculo entre padre e hija.

Todo se debe a que ambos necesitan tener una comunicación más abierta y la evitan porque no se sienten cómodos entablando ese tipo de conversaciones.

Estoy de acuerdo en que la adolescencia puede ser una época bastante dura tanto para los padres como para sus hijas.

Uno de los problemas más frecuentes en una relación padre-hija es la falta de comunicación.

Es difícil entender las necesidades de una adolescente y cómo comunicarse con ella, pero juntos tendréis que encontrar la manera de superarlo y no dejar que afecte a vuestro fuerte vínculo.

4. Expectativas poco realistas

Por desgracia, hay algunos padres que fijan expectativas poco realistas y poco razonables para sus hijos.

Así los presionan demasiado, lo que les provoca nerviosismo o estrés.

Debes tener unas expectativas para tu hija porque sabes que es capaz de alcanzarlas, pero si le pones unas expectativas absurdamente altas, la perjudicarás a ella y a tu relación con ella de muchas maneras.

Cuando entienda que no puede cumplir esas expectativas, sentirá que te ha decepcionado y eso afectará a su autoestima.

Aunque no consiga sus objetivos, siempre tienes que demostrarle que estás orgulloso de ella pase lo que pase.

Si decide tomar otro camino en lugar del que le sugeriste, debe saber que cuenta con tu apoyo.

5. El padre no permite que la hija diga su opinión

Todos somos seres humanos diferentes con opiniones distintas sobre determinadas cosas. Todos deberíamos tener derecho a decir nuestra opinión en todas las situaciones.

Este tipo de relación malsana en la que el padre infravalora las opiniones de su hija sólo provocará una baja autoestima en ella.

Se cerrará emocionalmente y le costará abrirse a alguien.

Tendrá miedo de hablar de sus sentimientos y pensamientos con alguien porque pensará que están equivocados o que a los demás no les importan.

6. Cualquier tipo de abuso emocional

La mayoría de los padres representan modelos de conducta para sus hijos pero, por desgracia, hay algunos padres que perjudican a sus hijos con sus abuso emocional constante.

El hecho es que deja secuelas imborrables en sus hijos y en sus relaciones futuras. El abuso verbal no es forma de educar a tus hijos.

¿Qué pasaría si su hija cometiera un error? Todos lo hacemos y los niños aprenden mejor de sus propios errores.

Cualquier tipo de crítica o humillación no servirá de nada. Tienes que hablar con ella, señalarle sus errores y encontrar juntos la manera de solucionarlos.

7. El padre compara a su hija con otros niños

Comparar a tu hija con otros niños del colegio, del barrio o con sus hermanos es una de las peores cosas que puede hacer un padre.

Afectará a su autoestima y autovaloración. Podría ponerse celosa o empezar a competir con todos esos otros niños.

Todos somos buenos en algo y deberías entender que ella no puede ser buena en todas esas cosas que tú querrías que fuera.

Tienes que saber que tu hija es única y que no hay que compararla con otros niños.

Las chicas son bastante emocionales y no sabes lo doloroso que es para ella escuchar (especialmente de ti) que otro chico es mejor que ella.

8. Crítica constante

Si crees que criticar constantemente a tu hija es una buena forma de señalarle sus errores o de hacerla progresar en la vida, te equivocas.

Las críticas constantes sólo harán que dude de sí misma. Siempre tendrá la sensación de que te está defraudando, haga lo que haga.

Es imposible tener una buena relación con tu hija si lo único que haces es criticarla.

Si hace algo mal, sí, debes señalárselo y criticarla un poco pero también debes animarla a ser mejor y criticarla no es la forma de hacerlo.

Merece ser criticada si ha hecho algo malo, pero también merece ser elogiada cada vez que se comporta bien y hace algo bueno.

9. El padre nunca acepta la responsabilidad de su propio comportamiento y culpa de todo a la hija

No hay justificación para ningún tipo de abuso, por lo tanto no hay justificación para abusar verbalmente de su hija.

No puedes echarle la culpa a ella y decirle que es culpa suya. Si ha hecho algo malo, puedes reaccionar de otra manera que no sea insultándola o gritándole.

No existe la paternidad perfecta porque los padres también cometemos errores.

Pero la cuestión es que cada vez que cometes un error, tienes que asumir tu responsabilidad y admitirlo.

Es un buen ejemplo que le estás dando a tu hija y que le ayudará en sus relaciones adultas.

10. El padre utiliza a su hija como su principal fuente de apoyo emocional

¿Has oído hablar alguna vez de la parentificación emocional? Es cuando un padre involucra demasiado a uno de sus hijos en sus problemas.

Ese niño necesita escuchar sus problemas y darle consejos; en otras palabras, el niño está haciendo en realidad el trabajo de los padres.

Algunos padres hacen exactamente eso con sus hijas y, por desgracia, no son conscientes de las consecuencias negativas a largo plazo que puede dejar en ellas.

Esto ocurre sobre todo cuando los padres se divorcian. El padre utiliza a su hija como principal apoyo y la hija media entre sus padres todo el tiempo.

La hija sentirá pena por su padre y sus problemas y no se sentirá cómoda compartiendo algunos de sus propios problemas con él.

Las reprimirá junto con sus emociones, lo que puede provocar depresión o estrés.

11. El padre no permite que la hija se independice

Tienes que ser consciente de que tu hija está creciendo y de que un día será una mujer independiente.

Lo único normal es deja que extienda sus alas y abandone tu nido.

Por supuesto, seguirá siendo tu niña y seguirá viniendo a visitarte. Independizarse no significa que vaya a olvidar a su padre y que os vayáis a distanciar.

A todos los padres les cuesta desprenderse y darse cuenta de que sus hijos se han independizado, pero si intentas que siga siendo dependiente, puede que se pierda cosas estupendas de la vida por tu culpa y algún día te arrepentirás.

12. La hija teme constantemente decepcionar a su padre

El mayor deseo de todo niño es que sus padres se sientan orgullosos de él y nunca debes pensar que, por haber cometido un error o no haber cumplido algunas de sus expectativas, vas a defraudarles.

Si temes constantemente decepcionar a tu padre en todo lo que hagas, te sentirás más nervioso y estresado y eso afectará también a tu relación con él.

No consideres a tu padre sólo como una autoridad, considéralo también como tu amigo porque, en efecto, tus padres son tus verdaderos amigos.

No dudes en abrirte a él cuando creas que le has decepcionado y hablar de ello.

No huyas de tus problemas ni intentes evitar hablar con tu padre porque eso sólo significaría que lo estás reprimiendo todo y eso es lo peor que puedes hacer.

13. El padre siempre está incluido en el proceso de toma de decisiones de su hija

Siempre puedes pedir consejo a tu padre cuando lo necesites y tu padre siempre te dará algún consejo si cree que lo necesitas, pero no es sano para los dos pedir permiso a tu padre cada vez que quieras hacer algo.

Siempre puedes consultar a tu padre antes de tomar una decisión, pero no siempre debe estar incluido en tus procesos de toma de decisiones.

Algunas decisiones tienes que tomarlas solo porque así es como estás aprendiendo a ser independiente.

Recuerda que cualquiera puede darte consejos que te ayuden a tomar una decisión final, pero sólo tú tienes derecho a tomarla.

Ser padre por primera vez es aterrador y hermoso al mismo tiempo. Quieres hacer un buen trabajo con tu hijo, pero todo es nuevo para ti y tienes miedo de fracasar.

Para concluir

Por desgracia, creo que muchos de nosotros ni siquiera somos conscientes de la verdadera importancia de los padres y de lo esencial que es esa figura paterna en la vida de toda niña.

La influencia de un padre en la vida de una hija es increíblemente importante y, por desgracia, la mayoría de los padres no son conscientes de ello.

Son el modelo a seguir de sus hijas y deberían preguntarse si realmente son un modelo a seguir.

Las relaciones malsanas entre padre e hija siempre dejan secuelas negativas en la vida de todas las niñas.

Por eso es necesario que trabajes tus relaciones e intentes ser mejor hija para tu padre o mejor padre para tu hija.