Una relación interdependiente es una relación en la que los miembros de la pareja dependen el uno del otro pero mantienen al mismo tiempo su identidad autónoma.
Interdependencia significa que los miembros de la pareja reconocen y valoran la importancia de la conexión emocional que comparten, al tiempo que preservan la autenticidad dentro de la dinámica de la relación.
¿Cómo actúa una persona interdependiente en una relación?
Una persona interdependiente valora la vulnerabilidad y la reconoce como una forma muy importante de crear intimidad, que actúa como un fuerte pegamento en cada relación sana.
Al mismo tiempo, se valoran a sí mismos y no comprometen su identidad única por el bien de su pareja.
Dejan que su pareja sea quien es sin miedo a la traición, el rechazo o la incomprensión.
Suena bastante fácil, ¿verdad? Tal vez, pero todos sabemos que la vida real es mucho más complicada que eso.
La sociedad actual se centra sobre todo en alabar la independencia, lo cual nunca es malo. Al contrario, es muy necesaria en la vida de cada individuo.
La independencia sana refleja nuestra libertad frente a la presión exterior y las reacciones internas desequilibradas.
Demuestra que nos sentimos cómodos siendo nosotros mismos y que no nos asusta defender aquello en lo que creemos o servir a los demás sin sentirnos degradados.
Sin embargo, hay algunas cosas que oigo a menudo sobre el tema que me preocupan.
Nunca he entendido por qué hay tanta incomprensión cuando se trata de sentimientos y por qué mostrarlos equivale a debilidad.
¿Cuándo y por qué los sentimientos se convirtieron en algo no deseado, pesado y vergonzoso?
Cada vez que se menciona la independencia, forma parte de una narrativa que incluye el estímulo para minimizar los sentimientos y rechazar la ayuda de los demás.
Es comprensible.
Obviamente, es más fácil vivir sin la agitación que a veces provocan las emociones fuertes, pero ¿realmente estamos tan avanzados que podemos desconectar nuestros sentimientos y pasar el día sin pensar en los de los demás o en los nuestros?
Creo que responder afirmativamente a esta pregunta es un signo de autoengaño, profundamente arraigado en evitar el dolor y la autorreflexión honesta.
Sobre todo si se tiene en cuenta que está demostrado que las necesidades emocionales y su satisfacción determinan la calidad de vida y el bienestar de cada individuo.
A nivel mundial, nunca hemos estado más conectados y desconectados al mismo tiempo, y eso es un hecho.
Personas de todo el mundo siguen la misma tendencia de desapego emocional y comparten similares salud mental problemas y no creo que sea sólo una coincidencia.
No importa qué tipo de interacción prefieras -en línea, algo tangible o ambas cosas-, tú y yo anhelamos la interacción, la atención y el apoyo emocional de otros seres vivos, y eso determina nuestra salud mental.
Es importante, especialmente en una relación romántica, permitir que la otra persona nos cuide y nos dé su amor sin sentirse débil y menos capaz.
Si eres más del tipo evasivo/independiente, deja que tu pareja haga cosas por ti aunque tú puedas hacerlas solo. A todo el mundo le gusta sentirse necesitado.
Somos seres innatamente afectuosos que anhelan el amor y la armonía. Tendemos de forma natural a medir nuestra autoestima en función de cómo reaccionan los demás ante nosotros y nos tratan a nivel íntimo.
Desgraciadamente, como resultado de una vulnerabilidad rechazada y ridiculizada, hemos acabado con generaciones de personas que han crecido inseguras e infravaloradas y se han convertido en lo contrario de independientes: se han convertido en tipos codependientes.
La codependencia se caracteriza por la falta de confianza en uno mismo y la baja autoestima, la dificultad para identificar sentimientos, dejarse llevar, comunicarse y tomar decisiones.
A relación codependiente es una relación en la que una persona se sacrifica a sí misma y a sus propias necesidades para hacer feliz a su pareja.
Este tipo de desequilibrio crea entornos tóxicos y relaciones insanas que dañan la vida de las personas.
La codependencia suele incluir algún tipo de abuso emocional o físico.
Una persona codependiente siente que no tiene ningún valor si no está haciendo algunos sacrificios drásticos por su pareja y ese es el único momento en el que el codependiente se siente feliz.
Sienten que deben ser necesitados por esta otra persona para tener algún propósito.
Mientras que la independencia nos deja desnutridos emocionalmente, la dependencia causa problemas de identidad y sentido de uno mismo.
Un sistema y una mentalidad egocéntricos, orientados al éxito y ávidos de dinero nos han hecho desplazar los valores del respeto genuino, el cuidado, el amor y la responsabilidad hacia abajo en nuestra escala de prioridades.
La interdependencia es un modelo de relación que se sitúa en el medio entre la independencia y la dependencia. No falta y no es excesiva.
Se basa en un esfuerzo por adquirir crecimiento personal y como pareja, y puede caracterizarse por lo siguiente:
Características de una relación interdependiente
Límites saludables
Cada ser humano tiene sus límites y fronteras que le ayudan a comunicarse.
Los límites no están pensados para mantenernos separados de la gente, sino para proteger nuestro espacio personal incluso en las relaciones íntimas.
Están moldeadas por nuestras experiencias vitales, nuestra cultura y nuestra religión, y se construyen aprendiendo a decir no.
Comunicación clara
Una comunicación clara es una comunicación eficaz.
Eso significa que no sólo sirve para intercambiar información, sino también para comprender todo lo que hay detrás de esa información: Toda la emoción y la intención.
Asumir la responsabilidad personal
Asumir la responsabilidad de tu vida es asumir la responsabilidad de tus pensamientos y sentimientos, porque de eso está hecha la experiencia.
Para mantener una relación sana, es imprescindible reconocer los errores y asumir la responsabilidad.
Escucha activa
Escuchar activamente significa estar plenamente concentrado en lo que se dice. Es prestar atención al orador en lugar de escuchar pasivamente el mensaje.
Significa comprometerse y asegurarse de que la otra persona se siente escuchada.
Diferentes intereses personales
Aunque es importante pasar tiempo juntos, también es muy importante tener algunos intereses de los que puedas disfrutar sin tu pareja. No debes dejar de hacer lo que te gusta por culpa de tu relación.
Toda relación sana y duradera está formada por individuos que tienen sus propias aficiones.
Ser abierto sin miedo a ser juzgado
Una relación equilibrada requiere un espacio seguro en el que las personas puedan expresarse libremente sin miedo a ser juzgadas y ridiculizadas.
Este tipo de relación ayuda a generar confianza y permite una comunicación sincera, por lo que los problemas se resuelven más fácilmente.
Cómo crear interdependencia
Sepa lo que le importa
Sea claro y exprese las cosas que más le importan. Presenta a tu pareja todo lo que consideres valioso para que sepa que debe ser respetuosa con las cosas que te importan.
Pide lo que quieras
No tengas reparos en pedir lo que quieres y necesitas. Exponer claramente tus necesidades hace que desaparezcan las dudas.
Al fin y al cabo, tu pareja quiere lo mejor para ti, pero a veces no sabe qué es. La clave está en comunicar las necesidades con claridad y explicar siempre tu punto de vista.
Pasar tiempo con personas que no sean su pareja
A veces nos sumergimos demasiado en las relaciones románticas y nos olvidamos de invertir tiempo en otras relaciones de nuestra vida.
Tener un grupo de amigos diverso y ponerse al día con la familia es una forma estupenda de equilibrar la vida social y también de darse a sí mismo y a su pareja el espacio suficiente.
No es de extrañar que nos quejemos y nos pongamos de mal humor después de pasar demasiado tiempo con la misma persona.
Permítanse echarse de menos durante un tiempo y verán cuánto aprecian realmente la compañía del otro.
No se olvide nunca de sus objetivos personales
Muchas personas se centran también en su pareja al principio de la relación y se olvidan de sus objetivos y sueños personales que no están necesariamente relacionados con los de su pareja.
No cometas este error.
Una asociación consiste en trabajar juntos por un mismo objetivo, pero ese objetivo incluye el bienestar de ambos individuos.
Por eso, para sentirnos bien y realizados debemos concentrarnos en nuestros propios logros y en los mutuos.
Diga no cuando tenga ganas de decir no
El amor no significa decir sí a todo. De hecho, el amor consiste en la comprensión y la satisfacción mutuas, en mantener límites saludablesy hacer que la otra persona se sienta cómoda contigo.
No finjas tus sentimientos ni te enredes en una red de insatisfacción sólo porque no querías herir a tu pareja con un simple no.
Casi todos los problemas pueden resolverse con una conversación consciente y un acuerdo.
No intentes agradar a los demás
Complacer a los demás conduce a una relación unilateral (codependencia) y sólo crea más problemas aparentemente invisibles que se convierten en grandes problemas más adelante.
Si no, crea confusión interna y nos aleja de nuestro auténtico yo. Tal vez pienses que sólo estás siendo agradable y sin dramas, pero atenuar tu propia luz no te hace ningún bien.
Conclusión
Si sientes que te inclinas por alguna de las relaciones desequilibradas, no te permitas pensar que estás fracasando en algo. Las relaciones son fluidas y cambiantes.
Se puede influir en ellos y cambiarlos para siempre. No obstante, si crees que tienes un problema más profundo, quizá quieras consultar a un psicoterapeuta o buscar otras formas de ayuda.
No hay nada malo en buscar ayuda y trabajar en una relación que te importa profundamente.
Las relaciones interdependientes son producto de individuos maduros que se proponen crear un entorno sano y solidario para sí mismos y sus allegados.
No son algo que se da, sino que se trabaja para conseguirlos. Por eso nunca debemos subestimar el poder de la humildad, la empatía, la paciencia y la perseverancia.
Tómese su tiempo para reflexionar sobre sus objetivos vitales y de relación. Observa algún patrón de comportamiento que le moleste?
¿Cómo puedes cambiarlo? La mayoría de los problemas de pareja tienen su origen en miedos irracionales y en la falta de una conversación sincera.
La fórmula sencilla consiste en hablar de los problemas y observar críticamente nuestras propias reacciones en lugar de insistir en demostrar nuestro punto de vista.
Cuanto más conozcas los puntos fuertes y los defectos del otro, más comprensivo serás.
En el proceso, aprenderás también sobre ti mismo. Esto te permitirá elevarte a ti mismo y a tu pareja y crear una relación sólida y duradera.