Las rupturas nunca son fáciles para ninguno de los implicados. Terminar con alguien a quien quieres mucho es una de las cosas más dolorosas que existen.
Tu corazón se rompe en mil pedazos, y no hay nada que puedas hacer al respecto.
Pero, ¿y si rompes con alguien con quien nunca tuviste una relación?
¿Qué te parece cortar lazos con un hombre que nunca fue tu novio oficial y aceptar por fin que esto casi no te lleva a ninguna parte?
¿Cuántas veces has oído que no puedes perder a alguien que nunca tuviste?
¿Que no tienes derecho a sufrir por alguien que nunca fue tuyo y que no puedes llorar por una relación que nunca fue real?
Pues yo lo califico de gilipollez. La verdad es que un desamor es una angustia.
No importa si fue causada por alguien a quien llamabas tu novio o por alguien cuya presencia en tu vida nunca tuvo una etiqueta.
Aun así, a veces es incluso más difícil superar a un casi ex que a un ex de verdad. Yo debería saberlo porque es exactamente por lo que he pasado.
Cuando terminas las cosas con tu casi ex, nunca ocurre porque te hayas cansado de él o porque se hayan ido las mariposas de tu estómago.
No ocurre porque tu relación se haya estancado o porque sientas que ya te has cansado de comprometerte con la otra persona.
Verás, cuando lloras por tus casi, no sólo sufres porque los echas de menos.
No sólo te lamentas por todo lo que habéis pasado juntos y por todos los recuerdos que tuvisteis y que nunca volverán a repetirse.
Cuando intentas olvidar a alguien a quien nunca podrías haber llamado verdaderamente tuyo, también estás superando todas las cosas que podrían haber pasado entre los dos pero no pasaron y todo el potencial que podríais haber tenido como pareja.
Por todo lo que deberíais haber hecho: por todos los lugares que no visitasteis, por todos los aniversarios que nunca celebraréis, por todos los recuerdos que no tuvisteis la oportunidad de crear juntos, por todas las oportunidades perdidas y por todo en lo que no os convertisteis.
También estás superando el hecho de que nunca sabrás cómo sería cogerle la mano en público, cómo sería ser su acompañante y cómo te sentirías al formar parte de su vida.
Estás llorando por el cierre que nunca tendrás, sobre todas las explicaciones que aún esperas y sobre todas las preguntas que quedaron sin respuesta.
Cuando intentas pasar página con tu casi ex, al mismo tiempo intentas volver a quererte a ti misma.
Intentas ahuyentar todos los pensamientos de que no estás hecha para ser amada, las preguntas de por qué nunca fuiste suficiente para que él te amara de verdad, y todas las dudas e inseguridades que te trajo esta relación.
Estás llorando por el hecho de que fracasasteis incluso antes de intentarlo y porque nunca sabrás si vuestra relación podría haber tenido éxito si hubierais sido lo suficientemente valientes como para intentarlo.
Por el hecho de que nunca sabrás si una relación con este hombre te habría hecho feliz.
Así que, por favor, nunca te castigues por sufrir por un hombre al que nunca salí.
No te sientas como un tonto por lamentarte de la relación que nunca existió porque lo cierto es que para ti fue más que real.
Recuerda que no le debes ninguna explicación a nadie más que a ti mismo.
No tienes que buscar justificaciones al hecho de que necesites tanto tiempo para superar a un hombre que no era tu novio ni debes machacarte por todas las emociones que estás sintiendo.
La verdad es que tienes derecho a sufrir tanto como la chica de al lado.
Tienes derecho a hacer las cosas a su ritmo y a tomarte el tiempo que necesites para curarte.