Si has tenido tu buena ración de amores no correspondidos, amistades falsas y relaciones tóxicas (como yo), entonces entiendes TOTALMENTE la esencia del dicho "Nunca fuerce a nadie que hable contigo".
Me he dado cuenta de que esta "cuestión de forzar" va más allá de hablar porque nos dice mucho sobre nuestra autoestima y nuestra elección de relaciones que no nos benefician.
Interacciones forzadas y las relaciones son como un boomerang.
Al principio, piensas que sólo será esta vez en la que te desvíes de tu camino para forzar una interacción, y que nunca volverá a ocurrir. Incluso te convences de que probablemente hay algo malo en ti, y que es tu santo deber "dar el primer paso".
Y entonces te GOLPEA, como un boomerang. Te das cuenta de que si obligas a otras personas a estar en tu vida, sólo estás perdiendo el tiempo. Sacrificar la salud mental = sabotear tu felicidad.
Si esto no te tranquiliza lo suficiente, a continuación encontrarás algunas razones legítimas por las que nunca deberías obligar a nadie a hablar contigo. (Tu felicidad te ruega que las memorices).
10 razones legítimas para no obligar a nadie a hablar contigo
Si a menudo tiene este impulso incontrolable de forzar las interacciones con sus mejores amigos, familiares y otras personas, sepa que este "patrón de forzamiento" es autodestructivo.
También le impide establecer relaciones sanas. A continuación te explicamos por qué no debes obligar a nadie a hablar contigo (o a estar en tu vida):
1. La felicidad se convierte en un callejón sin salida
Forzar y felicidad son dos términos que no casan bien. Obligar a alguien a hacer algo sólo puede ser contraproducente. Cuando eso ocurre, tu búsqueda de la felicidad se convierte en un callejón sin salida.
Te quedas atascado en tus pensamientos, piensas demasiado, imaginas cosas y esperas conseguir llamar su atención. Déjame decirte una cosa (o dos cosas):
Eres demasiado valioso para mendigar atención.
Eres demasiado glorioso para ser medio amado.
Si no lo entienden, no merecen formar parte de tu vida. Así de simple.
2. Perder el tiempo es uno de los mayores pecados
Si hay algo que a menudo damos por sentado, es el TIEMPO. No sé si lo hacemos inconscientemente o si estamos convencidos de que tenemos todo el tiempo del mundo.
Bueno, lo hacemos hasta que no lo hacemos.
Sí, es confuso porque la vida es un misterio en sí misma, pero una cosa es segura: Perder el tiempo con alguien que no merece tu atención es uno de los mayores pecados.
Reconozco que cometí el mismo delito que la mayoría de ustedes, mis lectores, y no sé si podré perdonármelo algún día.
Deja de preocuparte por alguien que no se preocupa por ti. Deja de perder el tiempo cuando podrías aumentar tu potencial centrándote en cosas que mejorarán significativamente tu vida. Lo siento, pero obligar a alguien a hablar contigo no es una de ellas (con sarcasmo).
3. Las interacciones saludables (normalmente) no requieren mucho esfuerzo
Estoy bastante seguro de que todos ustedes están familiarizados con el hecho de que una comunicación sana es la base de toda relación saludable. Esto nos lleva a otra hipótesis:
Las interacciones saludables no requieren mucho esfuerzo.
Sí, puede que tengáis discusiones o tendencias pasivo-agresivas, pero no suelen durar mucho y no acabáis obligándoos el uno al otro a hablaros.
Si lo haces, entonces sabes que tus patrones de comunicación son tóxicos, y es sólo cuestión de tiempo que esto afecte negativamente a tu bienestar.
4. Cuanto más fuerces las cosas, peor se pondrán
Sí. Cuanto más los persigues, más lejos están de tu alcance. Lo mismo ocurre con la interacción. Cuanto más la fuerces, peor será.
Así que hazte un favor y nunca fuerce que nadie hable contigo. Es mejor marcharse de esas personas que seguir viviendo tu vida en la miseria.
Recuerdo cuando no podía dejar de preguntármelo, ¿Por qué de repente me ignora?? ¿He hecho algo mal?
Cuanto más pensaba e intentaba que hablara conmigo, peor se ponía. Cuando por fin reuní el valor para salvarme de este patrón tóxico, me di cuenta de que ser soltero no es tan malo después de todo.
Es diez veces más gratificante que obligar a alguien a hablar contigo cuando es evidente que no estáis hechos el uno para el otro.
5. Forzar las cosas te obliga a sacrificar tu autoestima
En mi opinión, forzar las cosas (ya sea la comunicación o cualquier otra cosa) es como cuestionar tu autoestima y hacer saber a la otra persona que tiene el control de tu felicidad y bienestar.
¿Por qué te harías algo así? ¿Por qué sacrificarías tu autoestima para alguien que no aprecia (o no sabe apreciar) tu presencia?
Nunca fuerce a nadie que hable contigo.
Cree en ti mismo. Cree que mereces reciprocidad y no migajas. Deja de presionarte para creer que forzar las cosas debe considerarse normal o deseable.
6. El amor no se puede forzar
No, el amor no se puede forzar, y no podemos comprar atención obligando a alguien a que se fije en nosotros. Así que no intentes obligar a tus seres queridos, amigos, colegas o desconocidos a que te hablen.
Estas son las cuatro lecciones de vida que aprendí por las malas:
- La vida real no es un cuento de hadas.
- Los buenos amigos escasean.
- El amor verdadero es difícil de encontrar.
- Confíe en su instinto sobre alguien.
Déjalo estar y, si está destinado a suceder, sucederá. Dicho esto, he aquí una de las frases de amor no correspondido más poderosas de Christina Westover: "El amor no correspondido es la maldición infinita de un corazón solitario."
7. Es una forma de abuso emocional
Obligar a alguien a hablar contigo es una forma de abuso emocional porque esto significa enviarles mensajes de texto con frecuencia, tal vez acosarles, llamarles o discutir con ellos.
Tanto tú como la persona a la que obligas sufrís. Tú sufres porque no quieren hablar contigo, y ellos sufren porque no quieren hablar contigo, pero tú les presionas.
Al no obligarles a hablar contigo, respetarás su intimidad, sus límites y, lo que es más importante, te protegerás a ti mismo.
8. Si tienes que forzar la interacción, significa que NO estáis en la misma página
"El amor es como un pedo perdido. Si tienes que forzarlo, probablemente sea una mierda". - Stephen K. Amos
No sé a ti, pero a mí me suena muy familiar. Lo mismo ocurre con la interacción. Si tienes que obligar a alguien a hablar contigo, probablemente significa que no sois compatibles.
Tal vez sean un fechador en serie, falso amigoque padezca una enfermedad mental, o un persona emocionalmente inaccesible que tiene más miedo a sentir cosas que a la muerte. Sea cual sea el motivo, comprende que forzarlo solo empeorará las cosas.
9. Crea un ambiente tóxico
Independientemente de si se trata de una relación romántica o de amistad, forzar crea un ambiente tóxico que puede afectar gravemente a tu cordura y a tu bienestar en general.
Se vuelve incapaz de pensar en otra cosa que no sea conseguir que hablen con usted. Trabajas constantemente en la creación de un plan perfecto y en la aplicación de tácticas impecables que hagan que se abran a ti.
Pero, ¿qué ocurre en su lugar?
Se vuelven aún más reservados y poco dispuestos a apreciar tus esfuerzos. Como resultado, tú te vuelves aún más inquieto y empiezas a obsesionarte con todo el asunto. Para evitar entrar en este limbo tóxico, no les obligues a hablar contigo.
10. Mereces estar en una relación recíproca y sana
La razón número uno por la que no deberías obligar a nadie a hablar contigo es que te mereces experimentar la belleza de una relación sana.
Aprende a quererte a ti mismo. Recuerda que eres digno de ser escuchado, respondido y amado.
Te mereces estar con alguien que te inspire a ser mejor persona en lugar de alguien que fuerce la comunicación. La vida es demasiado corta para forzar las cosas, así que vive genuinamente y con dignidad.
Los 10 mejores Nunca Forzar Cualquiera que hable contigo Citas inspiradoras
Si buscas motivación extra para forzar las cosas, a continuación encontrarás algunas frases sobre relaciones, frases tristes (y otras menos tristes). Puedes utilizar estas citas motivadoras como leyendas de Instagram u otras leyendas en las redes sociales para difundir positividad porque compartir es cuidar:
1. "No obligues a nadie a hablar de cómo se siente o a contarte algo. Simplemente dales su espacio y su tiempo, y si les apetece contártelo, ya te lo contarán ellos solos." - Neha Maurya
2. "Estoy tan cansado de la gente y de mí mismo que no obligo a nadie a quedarse o a hablar conmigo. Si quieres quedarte o hablar, eres bienvenido. Si no quieres hablar o quedarte, puedes irte. No te forzaré porque estoy cansado de malgastar mi energía en gente a la que ni siquiera le importa o se lo merece." - Desconocido
3. "No obligues a nadie a dedicarte tiempo: si realmente quiere, lo hará". - Desconocido
4. "Como en todo, no hay que obligar a los niños a cocinar. Simplemente se convierte en parte de la vida: hay que tenerlos cerca, mantenerlos informados, hablarles de ello. Intento transmitirles mi pasión de esta manera. En cuanto intentas imponer algo a tu hijo, se rebela". - Tedd English
5. "Si alguien te quiere, nada hará que se aleje, pero si no te quiere, nada hará que se quede". - Desconocido
6. "Estoy en ese punto de mi vida en el que no fuerzo la comunicación con otras personas. Usted quieres hablar conmigo? Genial, podemos hablar horas y horas. No me digas. quieres hablar conmigo? Eso también está bien. Estaré bien contigo o sin ti". - Desconocido
7. "No se puede obligar al agua embravecida a calmarse. Hay que dejarla en paz y que vuelva a su cauce natural. Las emociones son iguales". - Thibaut
8. "No fuerces piezas que no encajan". - Desconocido
9. "Hazlo lo mejor que puedas y luego adopta una mentalidad de 'lo que tenga que pasar, pasará'. No intentes forzar las cosas. Déjate llevar y permite que fluyan las bendiciones adecuadas". - Marcandangel
10. "Nuestra paciencia logrará más que nuestra fuerza". - Edmund Burke
En lugar de obligar a alguien a hablar contigo, haz ESTO...
En lugar de obligar a alguien a hablar contigo, opta por darle espacio. Si no se ponen en contacto contigo por su cuenta, no les ruegues ni les obligues, pero sigue adelante.
He puesto en práctica estos "trucos de vida" en múltiples ocasiones, y funcionan a la perfección. Aquellos que no estaban destinados a estar en mi vida no se pusieron en contacto conmigo, y no podría estar más agradecida por ello.
Encuentra el valor para seguir adelante cuando te sientas indeseado, y la vida te recompensará con los que sí lo son destinado a ser en tu vida.
He aquí otra cosa que deberías hacer y que está relacionada con tu bienestar y la calidad de tus relaciones futuras.
Cuando te encuentres forzando a alguien a hablar contigo, no olvides hacerte las siguientes preguntas:
- ¿Por qué quieres tan desesperadamente que hablen contigo en el primer puesto?
- ¿Sientes que no eres lo suficientemente bueno?
- ¿Adoras patrones de relación que no son correspondidos y que no están disponibles emocionalmente?
- ¿Por qué querrías estar con alguien que no quiero estar contigo?
Hay muchas otras preguntas que podrías hacerte, pero las anteriores son algunas de las más importantes. En otras palabras, tienes que entender por qué tienes esa tendencia a obligar a los demás a hacer cosas.
Esto podría estar relacionado con un trauma infantil, con que tus padres u otras personas cercanas te hayan descuidado, con una baja autoestima, etc. Si tienes esta necesidad constante de luchar por el afecto de los demás y demostrarles que eres digno de amor, es hora de que empieces a trabajar en ti mismo.
Es hora de quererse un poco más. Afirmaciones de amor propio y la meditación son también grandes potenciadores del amor propio y la confianza.
Nunca fuerces a nadie a formar parte de tu vida
No le des demasiadas vueltas. No te esfuerces por ganarte la aprobación y el afecto de los demás. Si no ocurre de forma natural, entonces sabes que no está bien. Nunca fuerces a nadie a hablar contigo o a formar parte de tu vida porque, si lo haces, la felicidad te pasará por alto.