Las personas con un estilo de apego seguro son capaces de establecer relaciones sanas que les proporcionan apoyo, afecto y compañía. Comprenden sus propios sentimientos y los de su pareja, y son capaces de establecer conexiones emocionales profundas.
Las personas con un estilo de apego ansioso-preocupado tienen problemas para afrontar su profundo miedo al rechazo y se preocupan mucho por sus relaciones. Miedo al abandono y la dificultad para confiar en su pareja independientemente de sus acciones les deja en un estado constante de ansiedad.
Estas inseguridades provocan ira, a menudo reorientada hacia el interior, o un comportamiento pegajoso, necesitado y celoso. Agobiar a su pareja y tratar desesperadamente de mantenerla cerca puede tener el efecto contrario y alejarla.
Sin embargo, se pueden cambiar los estilos de fijación. Trabajar para conseguir un apego seguro llevará tiempo, pero cada paso del camino hará que las relaciones sean más sanas y fáciles.
Ansioso Preocupado Apego
El apego ansioso preocupado es un estilo de apego inseguro que a menudo se remontan a unos cuidadores incoherentes, emocionalmente distantes o intrusivos durante la infancia. Los padres que a veces son cariñosos y atentos y otras veces no están disponibles emocionalmente o son críticos hacen que el niño se sienta confuso.
El niño no sabe qué esperar y cómo debe comportarse. Cuando el niño desarrolla un estilo de apego ansioso, puede mostrarse pegajoso y quejica al intentar que su cuidador satisfaga sus necesidades emocionales.
Las inseguridades y comportamientos mostrados de niño continúan en la edad adulta. Un adulto con apego ansioso-preocupado necesita atención y seguridad constantes de su pareja. Les preocupa constantemente ser abandonados y les cuesta confiar en los demás.
Rasgos de apego ansioso-preocupado
Una persona ansiosa tiene dificultades para controlar sus sentimientos, por lo que corre el riesgo de sufrir trastornos de ansiedad, como ansiedad social o ataques de pánico. Por eso, psicoterapia puede ser útil cuando se trata de un estilo de apego ansioso preocupado.
Es posible que una persona con ansiedad no sea consciente de que su forma de sentir y actuar en las relaciones está relacionada con un estilo de apego ansioso-preocupado. Estos son algunos de los signos más comunes:
1. Baja autoestima
Si su estilo de apego proviene de sus experiencias infantiles, su baja autoestima probablemente proviene de la misma fuente.
De niño, dependías de tus padres para que te reconfortaran y satisficieran tus necesidades, pero cuando no lo hacían, no sabías por qué no estaban ahí para ti. A medida que te hacías más consciente, esto se convirtió en una creencia distorsionada de que era porque no eras lo suficientemente bueno.
2. Miedo al rechazo y al abandono
Constantemente sientes ansiedad ante la posibilidad de que tu pareja te rechace y te abandone en cualquier momento. Cuando eras niño, si tus padres te abandonaban, no tendrías forma de satisfacer tus necesidades básicas, así que has desarrollado un fuerte temor de quedarse solo. Por eso te angustias cuando tu pareja se aleja de ti.
3. Dificultad para confiar en los demás
Siempre estás esperando que caiga el otro zapato y nunca confías en que los demás no te hagan daño. Esto se debe al comportamiento impredecible de tus cuidadores cuando eras niño y a tu incapacidad para confiar en ellos, así que de adulto, te resulta muy difícil confiar en que otra persona estará ahí cuando la necesites.
4. Fuerte necesidad de encajar
La baja autoestima es la causa de la necesidad de gustar y de encajar. Tu miedo al rechazo no se limita a tus relaciones románticas - quieres caer bien y ser aceptado por todos. Sientes que si la gente te considera simpático y uno de ellos, se quedarán en lugar de abandonarte.
5. Sentimientos de inseguridad
Las personas con estilos de apego inseguro creen que las relaciones se desarrollarán de una determinada manera, y buscan socios que demuestren esos supuestos. Por ejemplo, podrías elegir a alguien con un estilo de apego evitativo que se alejará constantemente de ti y te demostrará tu creencia de que no eres digno de amorespecialmente cuando intentas acercarlos.
6. Necesidad de tranquilidad constante
Necesitas que tus seres queridos te aseguren constantemente sus sentimientos, o empiezas a creer que no les importas.
Cuando eras niño, tus padres a veces estaban ahí para ti y satisfacían tus necesidades emocionales, pero otras veces no estaban disponibles cuando los necesitabas. Como eran tan poco constantes y nunca sabías qué esperar, ahora necesitas que te recuerden que te quieren.
7. Necesidad de aprobación de otras personas
Debido a tu baja autoestima e inseguridad, no crees en ti mismo ni en tu propia valía, así que necesita un validación. Sólo te sientes bien contigo mismo si otra persona te dice que eres lo bastante bueno. Estas dudas te vuelven necesitado y pegajoso, lo que a veces puede tener el resultado contrario al que buscas.
8. Necesidad de agradar a los demás
El apego ansioso se caracteriza por tener una visión negativa de uno mismo mientras se tiene una visión positiva de los demás. Esta es una de las razones por las que te esfuerzas por agradar a los demás y caerles bien. Sientes que es imposible que te quieran por lo que eres; sientes que tienes que ganártelo y merecerlo.
9. Exigencias excesivas de cercanía y tiempo por parte de la pareja.
Quieres que tu pareja esté siempre cerca porque temes que en el momento en que la pierdas de vista te abandone por completo.
Aunque sepas que esto sólo es causado por tus inseguridades, puede ser difícil dejar de sentirte así y evitar comportarse de forma controladora o necesitada. Este comportamiento puede agobiar fácilmente a tu pareja y alejarla.
10. En función del socio
Cuando mantienes una relación íntima, te vuelves rápidamente dependiente de tu pareja para cubrir tus necesidades. Sientes que lo das todo cuando se trata de relaciones.
Aunque creas que es amor incondicional lo que estás dando a tu pareja, en realidad le estás haciendo sentirse responsable de tu bienestar. Esto puede convertir fácilmente tu relación en un drama, en un conflicto y en infelicidad.
11. Hiperatento a los estados de ánimo y acciones de los demás.
Te centras en los demás hasta el punto de perder la visión de ti mismo. Priorizas pensar en los sentimientos de los demás sobre los tuyos.
Porque estás constantemente preocupado por lo que tu pareja siente por ti, sobreanalizas cada uno de sus movimientos por si hay algo detrás. El miedo constante al rechazo hace que respondas a sus sentimientos y estados de ánimo sin tener en cuenta si tienen algo que ver contigo.
12. Ser emocional y malhumorado
Tus sentimientos son intensos, pero no sabes cómo manejarlos. Cuando sientes la necesidad de estar cerca de tu pareja, en lugar de hacerles saber claramente lo que quieres que hagan, les haces sentirse responsables de cómo te sientes tú. Lo hace criticando, quejándose, gritando, llorando o siendo pasivo-agresivo.
Cuando tu pareja no responde como tú quieres, tu estado de ánimo cambia a peor.
13. Celos
El miedo a ser abandonado por tu pareja te hace estar hipervigilante ante sus sentimientos y su comportamiento, especialmente ante la posibilidad de que te deje por otra persona. Sientes desconfianza a menudo y, en situaciones que desencadenan tus celos, sientes rabia y te hieren profundamente.
Sus sentimientos de celos a veces se intensifican hasta que empiezas a espiar a tu pareja, buscando señales de que te es infiel.
14. Mecanismos de afrontamiento poco saludables
La ansiedad y el apego ansioso pueden conducir a mecanismos de afrontamiento poco saludables, como el abuso de sustancias para dejar de centrarse en los sentimientos, los trastornos alimentarios para sentir que se tiene el control de la vida o gastar demasiado para sentir una satisfacción temporal.
El problema de estos mecanismos de afrontamiento es que, aunque te hacen sentir mejor contigo mismo por un momento, tienen consecuencias negativas a largo plazo en otras áreas de tu vida.
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¿Se ha reconocido en alguna de ellas? Este estilo de apego es común y puede variar en grado, por lo que no todos estos rasgos se aplicarían a todas las personas.
La principal característica del estilo de apego ansioso es la necesidad desesperada de no estar solo, acompañada de problemas de confianza. Usted experimenta constantemente ansiedad de apego y el miedo a que tu pareja te rechace y te abandone.
Si te preocupa sin motivo que tu pareja te abandone, es probable que sea un signo de un estilo de apego ansioso.
Apego ansioso y preocupado en las relaciones
En una relación, el miembro ansioso suele sentir que todo es señal de que su pareja está a punto de dejarle, como no contestar al teléfono o llegar tarde.
Alguien con apego ansioso siempre siente que es el que más ama en la relación. Se obsesionan con su pareja y la relación y dan prioridad a las necesidades de su pareja sobre las suyas propias.
Su comportamiento puede ser abrumador: son pegajosos y necesitados, intentan controlar el comportamiento de su pareja utilizando la manipulación emocional, como llorar o ser pasivo-agresivos, y pueden ser excesivamente celosos.
La relación puede ser muy estresante para ambas personas debido a las emociones intensas e inestables que siente alguien que está ansiosamente apegado. En lugar de hacer saber a su pareja cómo se sienten y qué necesitan, se comportan de un modo que supuestamente pretende que su pareja responda satisfaciendo sus necesidades.
Los conflictos son especialmente difíciles porque la persona ansiosamente apegada las inicia con facilidad debido a sus inseguridades y se niega a terminarlas hasta que se siente segura.
Superar un estilo de apego ansioso
El estilo de apego no es inamovible: con esfuerzo, puedes aprender a regular tus sentimientos y responder a los sentimientos y acciones de tu pareja de forma saludable. Trabajando en superar su estilo de apego te ayuda a sentirte más seguro en las relaciones y por ti mismo.
Tus relaciones mejorarán cuando empieces a creer que no necesitas a los demás para ser feliz y satisfacer tus necesidades emocionales. Una vez que desarrolles tu capacidad para generar confianza y no estés ansioso por tu relación, podrás dejar de centrarte en tu pareja y desarrollar tus propios intereses.
1. Terapia
El estilo de apego ansioso-preocupado no es un trastorno mental. No obstante, la terapia puede ser útil para ayudarte a afrontar los problemas que te causa. Hablar con un consejero es útil para controlar tu estilo de apego, pero es especialmente útil si también tienes otros problemas de ansiedad o de salud mental.
La terapia es dura: debes enfrentarte a ti mismo, y no hay nada más aterrador que eso. Aun así, si estás decidido a mejorar tu vida y tu salud mental, plantéate hablar con un terapeuta y dedicarle el trabajo necesario.
2. Comprender su estilo de apego
Tienes alguna idea de dónde viene tu ansiedad por separación, pero leer sobre tu estilo de apego o hablarlo con tu terapeuta es muy útil. Cuando sepas que algunos comportamientos que creías que eran simplemente tu forma de ser, están causados por tu estilo de apego, resulta más fácil cambiar porque empiezas a verlos como algo indeseable.
3. Mindfulness
Cuando sientas ansiedad o miedo, detente un momento y observa lo que te rodea. Permítete sentir, pero no dejes que esos sentimientos te controlen. Ser capaz de separar tu juicio de estos sentimientos te ayudará a detenerte de los comportamientos que esos sentimientos suelen provocar.
4. Comunicación
El desarrollo de tus habilidades comunicativas influirá en tu forma de experimentar y expresar tus sentimientos a los demás. Aprende a expresar tus necesidades con claridad en lugar de utilizar métodos malsanos para satisfacerlas. Esto ayudará a resolver conflictos y malentendidos.
5. Centrarse en uno mismo
En lugar de preocuparte constantemente por dónde está tu pareja y qué está haciendo, céntrate en ti mismo y haz cosas para evitar obsesionarte con tu relación. Si estás sentado preocupándote por otra persona, no puedes centrarte en comprender cómo te sientes tú.
6. Acepta y expresa tus sentimientos
Tus sentimientos son válidos, aunque no te gusten. Está bien que te sientas como te sientas. Cuando te guardas las emociones, te controlan. No reprimas tus sentimientos. Encuentra una salida que te ayude a procesarlos. Intenta hablar abierta y sinceramente con otras personas, escribir un diario, hacer algo creativo o meditar.
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Cómo ayudar a alguien con un estilo de apego ansioso-preocupado
Una relación con alguien con un estilo de apego ansioso puede ser difícil, pero si quieres ayudarle, hay formas de hacerlo. Si los dos trabajáis para que vuestros estilos de apego sean seguros, una relación duradera es posible.
1. Aprender sobre los estilos de apego
Empieza por familiarizarte con el estilo de apego de tu pareja y cómo es en las relaciones. Probablemente reconocerás algunos de los comportamientos de tu pareja y podrás entender mejor por qué hace ciertas cosas.
2. Utilizar los límites
Ayude a su compañero con suavidad pero con firmeza establecimiento de límites con ellos. El estilo de apego ansioso se caracteriza por la necesidad de no separarse nunca de la otra persona, por lo que es importante trabajar para superarlo ayudando a su pareja a sentirse segura de que los límites no significan falta de sentimientos o abandono.
3. 3. Generar confianza
Cumpla siempre sus promesas y sea coherente. Es importante que tu pareja acepte que puede confiar en ti, porque su estilo de apego se debe a su incapacidad para confiar en sus padres durante la infancia. Puedes conseguirlo estando siempre a su lado y dando la cara.
4. Hacer que se sientan seguros
Tu pareja necesita constantemente garantías de lo que sientes por ella. Asegúrate de prestarle suficiente atención y de ser claro sobre los periodos en los que no estarás disponible, para que sepa que tienes otras cosas que hacer y que no le has abandonado.
5. Pruebe terapia de pareja
Acudir a un profesional de la salud mental no es necesario para alguien con un estilo de apego ansioso-preocupado, pero es recomendable si quieres tratar los problemas que causa más rápida y fácilmente. Es incluso más útil si incluyes también terapia de pareja. Un terapeuta te ayudará a comprender y abordar los problemas a los que te enfrentas.
¿Qué es la teoría del apego?
Teoría del apego fue propuesta por el psiquiatra John Bowlby, que examinó las relaciones de los bebés con sus cuidadores y el efecto de esas relaciones en la salud mental del niño.
Lo descubrió, dependiendo del cuidadorcomportamiento, patrones de apego desarrollar en la forma en que el niño se relaciona con el cuidador - el niño aprende qué esperar y reacciona de una determinada manera.
Mary Ainsworth, psicóloga del desarrollo, utilizó un experimento llamado Procedimiento de la Situación Extraña en el que separaba a los niños pequeños de sus cuidadores para observar su comportamiento.
Dependiendo de si su cuidador principal estaba disponible cuando el niño lo necesitaba, éste desarrollaba o no el estilo de sujeción seguro o uno de los tres estilos de apego inseguro.
Las relaciones de los niños con sus padres afectan en gran medida a las relaciones adultas, por lo que los estilos de apego adquiridos en la primera infancia continúan en la edad adulta, afectando al apego a las parejas románticas en las relaciones románticas adultas. En tipo de accesorio influye en el tipo de pareja que eligen y en su comportamiento en las relaciones.
Existen cuatro estilos de apego adulto que pueden desarrollarse durante la infancia o como respuesta a otras experiencias: estilo de apego seguro y tres estilos de apego inseguro.
Fijación segura
1. Fijación segura
- Apego seguro en los niños se desarrolla cuando el niño puede confiar en que su cuidador estará ahí y atenderá sus necesidades. Es el resultado de experiencias infantiles positivas y de una estrecha relación con su cuidador.
- Adultos con estilo de sujeción seguro son fácilmente capaces de mantener relaciones sanas. Comprenden sus sentimientos y necesidades y no tienen problemas para expresarlos. Conectar con su pareja les resulta fácil.
Estilos de apego inseguro
2. Estilo de apego evitativo
- Los niños desarrollan este estilo de apego como respuesta al rechazo de su cuidador. Si el cuidador no satisface repetidamente sus necesidades, el niño empieza a ignorarle para ocultar su angustia.
- La apego despectivo-evitativo estilo en adultos provoca baja autoestima y miedo al rechazo, pero el adulto que se oculta tras la distancia emocional parece autosuficiente y cree que no necesita a nadie.
3. Estilo de apego ansioso
- Llamada ansioso-apego ambivalente en los niñosEste estilo de apego es una respuesta a una crianza incoherente. El niño no puede confiar en que su cuidador responda a sus necesidades, así que intenta que responda utilizando la ira o mostrándose pasivo.
- Adultos con el estilo de apego ansioso Tienen baja autoestima y miedo al abandono, como los adultos evitativos, pero, a diferencia de éstos, buscan validación en las relaciones. Les preocupa no ser lo bastante buenos para sus parejas y reaccionan con aferramiento y comportamientos dependientes.
4. Estilo de apego desorganizado
- Este estilo de apego se denomina estilo de apego temeroso-evasivo en los niños, y está relacionado con experiencias traumáticas y abusos. Tener un cuidador impredecible o abusivo que hace que el niño tenga miedo en lugar de proporcionarle consuelo hace que el niño pierda la confianza sin dejar de necesitar cercanía.
- Adultos desorganizados estilo de apego evitativo temeroso anhelan conexiones emocionales profundas, pero debido a sus experiencias, desconfían y temen salir heridos, por lo que evitan la intimidad. Su deseo y miedo simultáneos a la intimidad causan muchos problemas en las relaciones. Este estilo de apego a veces va acompañado de un trastorno límite de la personalidad.
Véase también: Duración media de una relación con TLP: La ruptura inevitable
Hacia un apego seguro
Que hayas desarrollado un determinado estilo de apego no significa que no pueda cambiar. Alguien con apego ansioso preocupado es capaz de cambiar su forma de relacionarse con los demás y tener relaciones sanas y relaciones seguras.
Empieza examinando tus propios sentimientos y comportamientos, comprendiendo de dónde vienen y aceptando que puedes cambiar. El siguiente paso es trabajar en los problemas más evidentes que identifiques en tu forma de llevar las relaciones.
Es útil centrarse en los propios sentimientos y reacciones en lugar de pensar constantemente en cómo se siente la otra persona. De este modo, no sólo aceptas que algunos de tus miedos provienen de ti, sino que también se presenta la oportunidad de cuestionarlos y aprender a expresar cómo te sientes.