El estilo de apego temeroso-evitativo desorganizado es el más raro y difícil de todos los estilos de apego. Se caracteriza por un anhelo de relaciones íntimas profundas y significativas imposibilitado por el miedo y la evitación de la conexión emocional.
Este tipo de apego puede describirse como el que presenta características tanto del estilo ansioso como del evitativo, lo que da lugar a Necesidad unida a evitación. Quieres conectar con la gente y buscas relaciones, pero en cuanto tu pareja se acerca demasiado, te echas atrás por miedo al rechazo.
El aspecto más doloroso de este estilo de apego es que siempre esperas que te hagan daño, pero aun así no puedes evitarlo y buscas amor. A veces eliges parejas que inevitablemente harán realidad tus peores temores o tú mismo arruinas tus relaciones por miedo a lo que está por venir.
15 Signos De Un Estilo De Apego Evitativo Temeroso Desorganizado
El estilo de apego temeroso-evitativo desorganizado es uno de los tres estilos de apego inseguro. (La terminología relativa a los estilos de apego se vuelve un poco confusa, así que consulta la descripción general de los estilos de apego que figura a continuación).
Este estilo de fijación puede dañan tus relaciones y te dejan sintiéndote solo al hacerte evitar la cercanía que tanto anhelas. Corres el riesgo de sufrir ansiedad social y depresión, y puedes tener problemas para buscar relaciones en general.
Estos son los signos del estilo de apego temeroso evitativo desorganizado.
1. Miedo a la intimidad
Las personas con un estilo de apego desdeñoso sienten que hay algo fundamentalmente erróneo en ellas. Esto tiene su origen en los malos tratos o el abandono que sufrieron. Temes la intimidad porque temes que tu pareja te rechace cuando vea cómo eres en realidad.
En cuanto tu pareja se acerca, te cierras en banda o te alejas. En lugar de hablar con tu pareja sobre vuestra relación, tu solución es marcharte.
2. Miedo al rechazo
El apego desorganizado es frecuente en niños cuyos padres tenían problemas propios sin resolver, como abuso de sustancias, problemas económicos o apego desorganizado propio.
Tu miedo al rechazo proviene de los sentimientos que experimentabas de niño cuando pedías consuelo a tus padres y en su lugar recibías miedo. Por eso siempre estás esperando que caiga el otro zapato en las relaciones y que tu pareja te abandone.
3. Visión negativa de sí mismo
Ignoras tus puntos fuertes y te centras en tus defectos, por lo que tu percepción de ti mismo está distorsionada. Esto provoca sentimientos de vergüenza sobre quién eres, lo que te lleva a comportamientos que te hacen daño a ti y a los demás, lo que confirma aún más tus creencias.
La visión negativa que tienes de ti mismo a menudo no se basa en la realidad, sino que proviene de sentimientos de rechazo de la infancia y de otras experiencias traumáticas que has vivido.
4. 4. Baja autoestima
Una imagen negativa de uno mismo conduce a una baja autoestima y esto influye directamente en todos los ámbitos de tu vida. Te centras exclusivamente en ti mismo y en tus problemas personales, lo cual es otra de las razones por las que eres incapaz de conectar con los demás. Buscas a personas que confirmen la opinión negativa que tienes de ti mismo, pero temes que saquen a la luz tus defectos.
RELACIONADO: 50 citas inspiradoras sobre la autoestima que aumentarán tu confianza (y te alegrarán el día)
5. Sentirse indigno de amor
Te sientes defectuoso y no lo suficientemente bueno para ser amado o que no mereces serlo. Cuando alguien se acerca a ti, adoptas comportamientos de autosabotaje para alejarlo.
Lo haces porque lo sientes, si tu pareja llega a conocer tu verdadero yo, te rechazará de todos modos. Sentimientos de ser indigno de amor son causadas por el trauma que has sufrido, y no tienen nada que ver con la realidad.
6. Deseo de amor
Aunque sientes que no mereces el amor, anhelas profundamente tenerlo. Sin embargo, no sabes cómo afrontar las relaciones una vez superada la fase de luna de miel y nunca aprendes a gestionar los conflictos sin escalar.
Tu ansia de amor combinada con la creencia de que no lo mereces es lo que subyace a tu comportamiento en las relaciones: alejas a tu pareja en cuanto se acerca para evitar que te haga daño.
7. Buscar la aprobación de los demás
La imagen que tienes de ti mismo es tan negativa que la única forma de sentirte bien contigo mismo es obtener la aprobación de los demás. Esto, sin embargo, es una solución a corto plazo y rápidamente se vuelve insuficiente, así que hay que seguir buscando más formas de obtener validación. El resultado son diversos comportamientos negativos que le perjudican tanto a usted como a sus seres queridos.
8. Inconsistencia en las relaciones románticas
La falta de coherencia en las relaciones es consecuencia directa de la combinación de querer acercarse y, al mismo tiempo, tener miedo de ello.
Cuando tu pareja es incapaz de predecir cómo te sientes y cómo vas a reaccionar ante su acción, eso le disuade de abrirse. La incoherencia impide que las relaciones avancen, hasta que acaba por alejar a la otra persona.
9. Evitar el compromiso
Su creencia de que si te abres a los demás saldrás herido determina cómo actúas cuando un compañero se acerca demasiado. Te niegas a comprometerte porque estarías dando a la otra persona el poder de hacerte daño. Para ti, parece que es más seguro mantener las distancias, pero al final esto es lo que acaba perjudicándote de todas formas.
10. Interiorización de los problemas de relación
Sientes que eres el culpable de todos los problemas de tu relación. Tus arraigados sentimientos de culpa y vergüenza causados por un trauma infantil te llevan a creer que eres la razón por la que no consigues el amor, así que en las relaciones ves los problemas como una prueba de que no te quieren.
11. Relaciones abusivas
Las personas con un estilo de apego desorganizado suelen estar implicadas en relaciones poco saludables, lo que incluye ser la víctima o el maltratador en las relaciones abusivas.
El miedo al abandono es uno de los factores por los que sus emociones volátiles e impredecibles, incluida la ira, pueden escalar hasta la violencia, pero también es la razón por la que permanecen en relaciones abusivas en las que son la víctima.
12. Falta de confianza
Crees que no mereces que te quieran, por lo que a menudo desconfías de las intenciones de los demás.
Como tus cuidadores respondieron haciéndote daño cuando esperabas que te quisieran, siempre esperas que ocurra lo mismo en tus otras relaciones. Esto se traduce en comportamientos como actuar de tal manera que podría alejar a su pareja para ponerla a prueba.
13. Incapacidad para empatizar
Esto no implica falta de empatía, sino que muestra cómo reaccionas en situaciones en las que se supone que debes responder a los sentimientos de los demás.
Por ejemplo, cuando tu pareja está enfadada, te desconectas y, en lugar de consolarla, la ignoras. Este tipo de comportamiento se debe a que uno se siente abrumado e incapaz de manejar sus propios sentimientos y los de los demás.
14. Incapacidad para comunicar las necesidades
Crees que tus sentimientos y necesidades son irrelevantes, por lo que no sabes cómo hacer saber a la gente cómo te sientes o pedir lo que necesitas. Le cuesta apoyar a sus seres queridos y pedir apoyo cuando lo necesita. Evitas expresar sentimientos y necesidades por miedo a ser juzgado y, en última instancia, rechazado.
15. Humor impredecible
Interpretas las situaciones de un modo que refuerza tus creencias, de modo que, en lugar de la realidad, tus acciones reflejan tus miedos. Cualquier tipo de conflicto te hace creer que tú eres el problema, que es imposible que tu pareja te quiera y que estás a punto de ser abandonado.
Tus estados de ánimo impredecibles también se deben a que supones que tu pareja debe saber cosas sin que tú se las digas, así que cuando no lo hace, te sientes defraudado y te comportas mal.
¿Qué es la teoría del apego?
Es bien sabido que los patrones de apego que se forman en la primera infancia afectan en gran medida a las relaciones adultas, pero esto no siempre ha sido de dominio público.
En la década de 1950, el psiquiatra John Bowlby examinó las relaciones de los bebés con sus cuidadores. Sugirió que un niño necesita una relación afectuosa con sus padres y que lo contrario tendría consecuencias negativas para la salud mental del niño. Desarrolló teoría del apego para describir sus hallazgos.
Mary Ainsworth, psicóloga del desarrollo, observó cómo se comportan los niños pequeños cuando se les separa de sus cuidadores mediante un experimento denominado Procedimiento de la Situación Extraña. Llegó a la conclusión de que los niños desarrollan un estilo de apego seguro o inseguro, dependiendo de si la figura de apego está disponible cuando el niño la necesita.
Estilos de apego en niños y adultos
Dado que los vínculos que establecemos de adultos dependen en gran medida de cómo formamos el apego a alguien, no parece sorprendente que otro equipo de psicólogos decidiera investigar precisamente eso: apego a la pareja romántica en las relaciones románticas adultas.
Cindy Hazan y Phillip Shaver descubrieron que los adultos también presentan diferencias en sus estilos de apego y que hay cuatro estilos de apego adulto, correspondientes a las que presentan los niños pequeños e influidas por experiencias tempranas o traumas infantiles.
El tipo de estilo de apego de los adultos influye en las parejas que eligen y en cómo actúan en las relaciones. Las personas con estilos de apego inseguro tienen ciertas creencias sobre las relaciones íntimas y buscan parejas cuyo comportamiento confirme esas creencias.
ESTILO DE SUJECIÓN SEGURO
1. Fijación segura
- Apego seguro en los niños es el resultado de experiencias infantiles positivas y de una estrecha relación con un cuidador. Pueden confiar en su cuidador para satisfacer sus necesidades.
- Adultos con el estilo de apego seguro Se sienten cómodos expresando sus sentimientos y conectan fácilmente con sus parejas. Se sienten cómodos expresando sus necesidades y tienen una actitud sana hacia las relaciones.
ESTILOS DE APEGO INSEGURO
2. Apego evitativo estilo
Otros términos utilizados son ansioso-evitador y displicente-evitador.
- Este estilo de apego se desarrolla en los niños cuando su cuidador le rechaza repetidamente y no satisface sus necesidades. El niño disimula su angustia evitando o ignorando a su cuidador.
- En los adultos, el estilo de apego despectivo-evitativo se manifiesta como distancia emocional y autosuficiencia. Ocultan su baja autoestima y su miedo al rechazo evitando la intimidad emocional.
3. Estilo de apego ansioso
Otros términos para este tipo de estilo de apego son ansioso-preocupado y ansioso-ambivalente.
- Los niños desarrollan este estilo de apego como reacción ante la incertidumbre de si su cuidador responderá a sus necesidades. Intentan influir en su cuidador mediante la ira o la pasividad.
- Adultos con el estilo de apego ansioso son pegajosos, dependientes y buscan validación en las relaciones. Tienen baja autoestima, les preocupa no ser lo bastante buenos para su pareja y sienten miedo al abandono.
4. Estilo de apego desorganizado
También conocido como estilo de apego desorientado, estilo de apego temeroso-evasivo y desorganizado temeroso estilo de apego evitativo, este es el que más nos interesa hoy.
- El estilo de apego desorganizado en los niños suele ser una respuesta a un trauma o a un abuso.
Un niño sabe que su figura de apego debe satisfacer sus necesidades y proporcionarle cuidados y consuelo, así que cuando el cuidador hace daño al niño, le infunde una sensación de miedo.
También ocurre cuando el cuidador es impredecible, como en el caso de un progenitor con problemas de drogadicción, o si el niño experimenta la pérdida de su cuidador, o de su "base segura".
Cuando los cuidadores de un niño proporcionan consuelo y provocan miedo simultáneamente, el niño sigue buscando la cercanía, pero también deja de confiar en ellos y mantiene las distancias.
- Adultos con el estilo de apego temeroso-evitativo o el estilo de apego temeroso-evitativo desorganizado desean establecer vínculos afectivos pero, como consecuencia de un trauma no resuelto, evitan la intimidad por miedo a resultar heridos. Su comportamiento es incoherente y les cuesta confiar en los demás.
Este estilo de apego a veces está presente junto a trastorno límite de la personalidadtrastorno mental caracterizado por impulsividad, relaciones inestables y dificultad para controlar las emociones.
5 consejos para superar el estilo de apego desorganizado
Uno de los peligros del estilo de apego temeroso evitativo desorganizado es que cuando un padre lo tiene, puede repetir el ciclo por el que ha pasado y provocar que se desarrolle en sus hijos.
Como son distantes y les cuesta proporcionar apoyo emocional, sus hijos tienden a acabar igual.
Para poder establecer relaciones sanas y seguras, primero debes establecer una relación sana contigo mismo. Afrontar su visión negativa de su propia valía y sus inseguridades y aprender a quererse y apreciarse es el primer paso para poder abordar tus relaciones de forma saludable.
1. Terapia
Lo más útil que puede hacer para superar el estilo de apego temeroso evitativo desorganizado es acudir a terapia.
Aprender a permitirte dejar entrar a tu pareja y confiar en que no te hará daño es clave para tus problemas de pareja, pero la cuestión subyacente es su sentido dañado de la autoestima. Un terapeuta puede ayudarle a establecer límites, ayudarle a superar sus emociones negativas y guiarle hacia el bienestar emocional.
2. Autoconciencia
Además, trabaja en el desarrollo de la autoconciencia que te permitirá reconocer tus desencadenantes y controlar tus emociones.
Las personas con estilos inseguros tienden a buscar en sus parejas la confirmación de sus temores, por lo que Ser consciente de tus sentimientos puede ayudarte a identificar si estás malinterpretando a tu pareja debido a tus expectativas.
3. Aprende a comprender tus sentimientos
En cambio, es difícil influir en los sentimientos, intenta comprender qué es lo que sientes e intenta entender por qué.
Una vez que seas capaz de identificar lo que sientes exactamente y la razón de esos sentimientos, podrás controlar mejor tus reacciones. Si arremetiste contra tu pareja cuando canceló vuestra cita, podrás averiguar que reaccionaste así porque temías que quisiera poner fin a las cosas.
4. Enfrentarse al pensamiento negativo
Todo el mundo tiene un crítico interior. El tuyo te dice cosas que no son ciertas, como que te odies y que no mereces amor.
La mejor manera de afrontarlo es desafiar los pensamientos negativos. Cada vez que tengas un pensamiento negativo, intenta pensar en algo positivo que lo contradiga o sigue haciéndote preguntas hasta que seas capaz de pensar en algo que demuestre que tu pensamiento negativo es erróneo.
5. Comunicación
Aunque anhelas intimidad, tu estilo de apego dificulta la conexión con tus seres queridos.
El miedo a salir herido sólo aumenta cuanto más vulnerable te vuelves, así que, comprensiblemente, te retiras antes de poder acercarte a tu pareja. Establecer límites y desarrollar habilidades de comunicación en lugar de retraerse puede ayudarle a alcanzar la intimidad de una forma gradual que le resulte más segura.
RELACIONADO: No merezco ser feliz: Cómo afrontar estos pensamientos oscuros
En resumen
Lidiar con un estilo de apego desorganizado, temeroso y evitativo es una lucha constante. Tener miedo de acercarse a alguien y, al mismo tiempo, anhelar vínculos estrechos te afecta de múltiples maneras.
Su sentido herido de autoestima le hace cuestionar constantemente su valor, dándole una visión negativa de sí mismo. y haciéndote sentir que no mereces amor aunque lo anheles. Por eso eliges inconscientemente parejas que crees que cumplirán tu creencia de rechazo inevitable.
En las relaciones, su comportamiento es impredecible o se niega a entablarlas. Porque tu incapacidad para resolver problemas de forma sana va más allá de las relaciones románticas, usted y sus seres queridos están constantemente a merced de la montaña rusa de sus emociones.
Hacer un esfuerzo por comprender tus necesidades emocionales y tus desencadenantes con la ayuda de un profesional es la mejor forma de superar tu estilo de apego y darte la oportunidad de experimentar el amor como te mereces.